Los cerebros de cuatro soldados norteamericanos fallecidos han servido para detectar las consecuencias a largo plazo de un traumatismo craneoencefálico causado por la ráfaga de viento de una explosión. Estos combatientes sufrieron problemas de memoria, pensamientos suicidas, agresividad y demencia. SINC.-Una explosión emite ráfagas de viento de hasta 530 kilómetros por hora. Con solo una detonación, y no solo ...
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