La boda en la Braña

La boda en la Braña

Éste es el primer año sin tu presencia en La Vaqueirada, y se te va a echar de menos, Carminina. Tu no eras vaqueira, pero te metiste, desde joven, en la piel de los vaqueiros, porque ese era el folclore de tu entorno; porque esa es nuestra cultura; la cultura de nuestros valles en el espléndido puzzle de Asturias, por eso los vaqueiros te aceptaron de buen grado entre sus familias. Ahora, La Vaqueirada, ya no será lo mismo sin ti, pero la esencia de tu presencia puede infundir ánimos para mantener, al margen de cualquier discusión de purezas, esa convocatoria anual, con el ritual de su boda, siempre atractiva para el turismo, y que gracias al festejos se dio a conocer, a millones de seres, una de las zonas mas marginadas de nuestra región, lástima, que nuestras autoridades, nacionales, regionales o municipales, no hayan tenido tu entusiástico carácter  y aprovecharan el “boom” de esta magna romería, para mejorar las infraestructuras y vertebrar este territorio de forma mas coherente para situarlo en el mapa.

                        Por Aristébano pasaron, en estos sesenta años, seres de todos los colores o “castas” como algunos gustan de llamar, asistiendo al evento para lucimiento personal, saludando y dando abrazos, pero sin preocuparse de que al día siguiente, en ese maravilloso paraje, solamente quedaría plásticos, envases de bebidas, cristales rotos y una tremenda soledad; ni siquiera, como tu bien sabías Carminina, hubo la mas mínima preocupación por conservar y restaurar, como valor añadido, la braña de Aristébano y otras mas del entorno, para ofrecer a un visitante periódico, la memoria de un pueblo que siempre luchó por reivindicar su puesto en la sociedad, sus derechos y su libertad.

                        La fiesta de la Vaqueirada, es algo mas que una romería, es el grito reivindicativo de La Rogelia, cuyo carácter, Carminina, parece que había hecho mella en ti, con sus gestos, sus cantos y sus sones de “payetsa y pandeiro “.

                        El próximo domingo es la cita, una boda mas, una reivindicación de las tradiciones y las culturas vaqueiras, aunque, por desgracia empecemos a ver estas representaciones como espectadores de películas de series, al igual que vemos las noticias diarias de las masacres y de la pobreza, deberíamos meternos mas en la piel del pueblo, cantar, reír y sufrir con el, porque esta es la única manera de darle pulso a nuestras vidas.

 

                        Es el primer años que te ausentas, pero estoy seguro que desde ese otro estado en el que actualmente te encuentras, velarás por lo que era la mayor de tus pasiones, el folclore de los vaqueiros.

 

                        Este año, me acercaré a Aristébano, al igual que lo van a hacer muchos de tus amigos, por acompañarte y para pedir, en tu nombre que la gente siga luchando contra el abandono de estas comarcas que, si antes eran deprimidas ahora son el sumun de la soledad, y la soledad no es buena para progresar porque el hombre ha nacido para vivir en sociedad para vivir en familia, por esto es por lo que luchó la Rogelia, su marido  y sus hijos y por esto es por lo que tu, Carminina, siempre has luchado.  Allí nos veremos.

 

 

 

 


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