Yoly Pérez, la "madre" de la Real Banda de Gaitas de Oviedo, fallece a los 54 años

Yoly Pérez, la "madre" de la Real Banda de Gaitas de Oviedo, fallece a los 54 años

La comunidad musical asturiana está de luto por el fallecimiento de Yolanda Pérez Alonso, "Yoly" para sus allegados, directora y alma mater de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo durante 25 años. Fallecida este domingo a los 54 años tras una larga lucha contra el cáncer, Yoly deja un vacío irreparable en el mundo de la gaita y en el corazón de todos los que la conocieron.

Más que una directora, una madre

Para los miembros de la Real Banda de Gaitas, Yoly no era solo su directora, era su madre, su confidente y su amiga. Su entrega, pasión y dedicación a la banda la convirtieron en una figura indispensable, tanto dentro como fuera del escenario. Bajo su batuta, la agrupación alcanzó un reconocimiento internacional, llevando la música asturiana a los rincones más remotos del planeta.

Una trayectoria ejemplar

Nacida en Congostinas (Lena) en 1969, Yoly comenzó su andadura musical desde muy joven, formándose como acordeonista y desarrollando una brillante carrera como solista y colaborando con diversas formaciones. Su amor por la gaita la llevó a integrarse en la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo en 1999, asumiendo la dirección de la misma en marzo de ese mismo año.

Un legado imborrable

A lo largo de sus 25 años al frente de la banda, Yoly Pérez impulsó la formación de nuevos talentos, creó un estilo propio y único, y contribuyó de manera decisiva a la difusión y el prestigio de la música asturiana en todo el mundo. Su legado es innegable y su recuerdo perdurará para siempre en el corazón de todos los que tuvieron la fortuna de conocerla y trabajar con ella.

Despedida a una grande

El cuerpo de Yoly Pérez será recibido este martes en la iglesia de Santa María de Pola de Lena, donde se oficiará un funeral a las 18:30 horas. La familia ha pedido que, en lugar de flores, se realicen donativos a la Asociación Española Contra el Cáncer.

Descanse en paz, Yoly. Nunca te olvidaremos.

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