La imagen, clave en unas elecciones

El estudio psicoestético de algunos candidatos a las próximas elecciones, no puede hacerse desde las enciclopedias o los tratados generales de la imagen pública y de su influencia en el triunfo político, ni tampoco se puede elaborar en los laboratorios de nuestra imaginación, según los parámetros de nuestro peculiar sentido de la estética y la belleza.

            El marco siempre condiciona la figura pero muy pocas veces, como ahora, parece limitarla y casi oprimirla. Las dimensiones del cuadro determinan la cantidad, las características y el enfoque o perspectiva desde el que se deben contemplar los personajes.

            En cualquier proceso electoral, siempre pretendemos “mejorar” la imagen de los candidatos. En este proceso la mejora es más bien una “adaptación” al marco general, donde priman más los valores de sintonía social y las sendas éticas que las líneas estéticas.

            ¿Cuál es el marco condicionante?: LA CRISIS

            Después de muchas negativas, de múltiples eufemismos para denominarla, de la búsqueda de responsables directos e indirectos, lo cierto es que la situación está deteriorada respecto a tiempos no muy lejanos.

            Como Sísifo, los ciudadanos y nuestros políticos habíamos logrado subir la bola del bienestar hasta una altura considerable, con bastante celeridad y quizás sin demasiado esfuerzo aparente. De repente, la bola del bienestar social y de la ilusión se nos escurrió de las manos y todavía tenemos serias dudas acerca de si hemos sido capaces de detener su endemoniada carrera de descenso.

            Las pistas de frenado para atajar ese descenso se llaman, ajuste, reajuste, recortes, responsabilidad, compromiso, valor, austeridad, solidaridad, ayuda, confianza....

En todo caso, la campaña que se avecina ya no es una campaña de lo ideal sino de lo posible, pues no se puede prometer ríos sin haber puentes.

Los votantes conocen y sienten sus carencias, y no precisan que los aspirantes a gobernarlos les señalen cuales son sus necesidades pero sí las soluciones.

 

Las medidas contra la crisis pueden ser muy elaboradas, técnicas, académicas..., pero

los ciudadanos entienden que, para el pueblo llano, se resumen en recortes y congelaciones salariales, en menores prestaciones sociales y de bienes y servicios, regulaciones, provocando dudas y pesimismo sobre la posible RECUPERACIÓN.

            Esta es la palabra clave y el programa mínimo: ya no aspiramos a mejorar, nos conformamos con detener la bola en el punto que está para ver el recorrido de la pérdida de bienestar y confianza que hemos sufrido y, que abordaremos sus soluciones en tiempos mejores.

 

En este marco, grande pero sombrío, ¿qué imagen nos ofrecen los candidatos?

a)    Como decíamos, en la imagen debemos favorecer los rasgos éticos sobre los estéticos.

- El primer rasgo ético es la sobriedad y la naturalidad. No estamos en momentos propicios para adornos barrocos innecesarios. En este sentido, deberíamos distinguir entre candidatos ya veteranos, con imagen consolidada, pero siempre con pequeños toques que hacer para actualizarlos y los de nuevo acceso: estos llevan una ventaja inicial ya que muy pocos podrán adivinar su posible trayectoria.

- Aún en tiempos de crisis, siempre es posible mejorar y adecuar la imagen al marco, lo que no se puede es dejar entrever que sea demasiado difícil. Es en este punto la creatividad del profesional que ha de mostrar su ingenio e imaginación.

b)    Otro rasgo importante sería la seguridad.

- La seguridad personal debe asentarse sobre las bases de la cercanía y la confianza.

- La imagen de cercanía y de confianza, pertenecen a lo más hondo de nuestra configuración personal y no se corrige sólo con modificaciones externas.

- Cercanía y confianza, sólo es posible generarla “estando al lado”, pero la confianza aparece cuando, además de estar cerca de los problemas, transmitimos la impresión de que estamos cerca de encontrar su solución y los medios para mitigarlos.

c)     En resumen: los actores, antes de salir a escena, pasan por el camerino para adecuar su imagen al personaje que van a representar. Para los candidatos a representantes de ciudadanos, el camerino es el propio escenario donde se mueven y promueven.

Su imagen es el resultado de la interacción con sus posibles votantes

 

*Psicoesteta



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