José María Fernández del Viso: Un Buen amigo

 José María Fernández del Viso: Un Buen amigo

Me llega la noticia del fallecimiento de José María Fernández del Viso con quien mantuve una gran amistad e incluso estuvimos comiendo, lo que hacíamos cada dos meses, en La Torre hace apenas unos días en compañía de Javier Batalla, director de la Sociedad Ovetense de Festejos. Los tres coincidimos hace años en La Voz de Asturias. El como consejero delegado, yo como director y Batalla como responsable comercial. Pero aparte de aquella complicada etapa siempre creo que nos unió nuestro gran amor por Oviedo.

Jose María tenía 80 años y estaba solo. La vida le había golpeado añosa tras perder a su esposa María Vitoria no tuvieron hijos- y a sus cinco hermanos. Vivía en una apartamento en La Fresneda y su vida eran sencilla aunque un poco triste al haber ido perdiendo con el paso del tiempo a buenos y entrañables amigos como Eduardo Castro, José Ramón Pérez de las Clotas, Elías Masaveu y otros más. Por la mañanas indefectiblemente se acercaba las instalaciones del Centro Asturiano en el monte Naranco para leer la prensa y a mediodía, cuando nos reuníamos, siempre en La Torre en Pruvia, para degustar un buen dry Martini costumbre que creo copió en su día de nuestro premio Nóbel Severo Ochoa.


Estaba al tanto de la actualidad y le preocupaba, como no podía ser menos, Oviedo a cuya corporación municipal perteneció como encargado del área de cultura en los años 1991 al 2003 siendo alcalde Gabino de Lorenzo. Impulsó la Fundación Municipal de Cultura y elevó el nivel cultural de la ciudad a cotas muy importantes.

Tras su paso por La Voz de Asturias estuvo hasta su jubilación en Brun Publicidad de cuyo fundador Manolo Brun había sido muy amigo. Antes de La Voz de Asturias, donde ingresó a mediados de la década de los 70, fue visitador médico. Su pasión era Oviedo y el Real Oviedo y en sus último años fue un fiel fan de los conciertos de Las Pelayas a las que admiraba y en cuya iglesia, La Corte, rezaba casi a diario. Todos los años por navidad tenía el detalle de regalarme una pequeña litografía del monasterio mientras en torno al citado dry Martini discutíamos de política.

De ideas joseantonianas fue inequívocamente un ciudadano de derechas estando durante años afiliado al Partido Popular del que no hace mucho se dio de baja disconforme con la deriva que había tomado en Asturias bajo la batuta de Mercedes Fernández. Puntualmente cada mes publicaba un artículo de opinión en La Nueva España y, por supuesto, contemplaba a estas alturas la vida con sabiduría y a distancia de los falsos oropeles. Si tuviera que definirle en una sola palabra diría que esta es la de amigos. José María Fernández del Viso era amigo de sus amigos y a estos era lo que más apreciaba en su sencilla pero rica vida.

Descanse en paz este buen ovetense


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