Efectivos militares leales al dictador libio han intensificado en las últimas horas sus ataques contra dos bastiones esenciales para las fuerzas del alzamiento popular, la ciudad de Ajdabiya, contra la que han lanzado numerosa cohetería, causando varias muertes y la huida de numerosos civiles, y contra Misrata, ciudad en la que el Coronel Gadafi concentra sus esfuerzos desde hace más de una semana.

Mientras, la situación se mantiene estancada, y se espera que las fuerzas bajo manado aliado de la NATO emprendan una nueva acción aérea que de algún respiro a los antigadafistas, en estos momentos manteniendo una resistencia sumamente difícil, ya que cada día se hace más evidente la desproporción existente entre el armamento de éstos y el del ejército regular libio que aún permanece fiel a Gadafi.

El presidente Oabama ha señalado que aunque se está produciendo esta situación de 'tablas', la presión internacional, la dificultad de Gadafi y su familia para acceder a sus millonarias cuentas en el extranjero y la efectividad del embargo de armas acabarán por conseguir que Gadafi desista y negocie su exilio.

El otro frente de la preocupación internacional lo constituyen los refugiados, que continúan llegando, cuando sobreviven a un itinerario plagado de peligros, especialmente para las mujeres, a la frontera desbordando la capacidad de asistencia de gobiernos y ONG que en estos momentos no cuentan con los recursos suficientes para hacer frente a la necesidad de ayuda de estos contingentes de miles de personas, muchos niños entre ellos.

(FOTO: NATO)