Tercera sesión del juicio contra el presunto envenenador de sus compañeros en 'El Lavaderu'

Tercera sesión del juicio contra el presunto envenenador de sus compañeros en El Lavaderu

   El Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón acogerá este jueves, a partir de las 9.15 horas, la tercera sesión de la vista oral contra Andrés Avelino F.F., más conocido popularmente como 'El Candasu', acusado de envenenar a sus compañeros de la sidrería gijonesa de 'El Lavaderu' con un medicamento para tratar el alcoholismo, y contra su compañera sentimental, para la que piden pena de cárcel solo cuatro de las acusaciones particulares por considerar que era cómplice de los hechos.

   Aunque la sesión de este jueves era en principio de la última, no se sabe si dará tiempo a que se acabe el juicio, ya que aún quedan por declarar siete testigos, cuatro o cinco forenses, y otros cuatro peritos para defender las pruebas periciales de parte solicitadas por los abogados. A esto hay que sumar los alegatos finales de cada una de las diez acusaciones -incluida el Ministerio fiscal-- y las dos de la defensa.

   Asimismo, en las dos primeras sesiones del juicio los dos procesados rechazaron las acusaciones. El imputado principal llegó a negar que hubiera comprado alguna vez Colme, el medicamento que supuestamente usó para envenenar a sus compañeros, pese a que una auxiliar de la farmacia donde compraba habitualmente aseguró que ella se lo vendía dos veces al mes con receta.

   Este último punto no quedó del todo aclarado, ya que si bien esta dijo que era con receta de la Seguridad Social, el médico del acusado negó que se lo hubiera recetado alguna vez o que tuviera constancia de que hubiera sido tratado por problemas de alcoholismo.

   También se puso de referencia en las dos sesiones anteriores el hecho de que todas las supuestas víctimas enfermaban con los mismos síntomas o similares cuando estaban en el trabajo, pero cuando quedaban de baja o estaban de vacaciones mejoraban. A este hecho se suma la coincidencia de que los únicos que no enfermaban eran los dos acusados. Ella justificó además que no comía lo que se cocinaba en la sidrería porque seguía una dieta estricta.

   En la vista oral anterior también declaró el camarero que vio cómo el acusado echaba unas gotas a un café de un compañero y que cogió en un descuido un par de frascos que había usado para ello. Este, junto al dueño del local, llevaron los frascos a analizar al Instituto Toxicológico, pero de ahí les derivaron a la Comisaría, donde interpusieron la denuncia que dio pie a la investigación.

   Precisamente el abogado de la defensa del imputado puso en duda desde el inicio del juicio el que se hubiera guardado la cadena de custodia de esos frascos y pidió la nulidad de las actuaciones. Por su parte, la Policía Científica que los analizó confirmó que las sustancias encontradas eran las utilizadas en la composición del Colme.

   A eso se une el testimonio de una ex trabajadora de la sidrería, que explicó cómo encontró unos frascos de Colme en la papelera del local hostelero, los cuales reconoció por haber tenido un familiar que los utilizó por problemas de alcoholismo. Esta, junto a un compañero, averiguaron en qué farmacia los adquiría el acusado y se lo dijeron a la Policía durante la investigación.

65 AÑOS DE CÁRCEL

De acuerdo al relato fiscal, el imputado, ayudante de cocina de la sidrería, está acusado de suministrar un fármaco, a través de la comida, a 19 compañeros de trabajo, al menos desde 2004 y hasta septiembre de 2012. Por estos hechos, la Fiscalía de Área de Gijón solicita penas que suman 65 años de prisión, el pago de multas por valor de 4.320 euros y de indemnizaciones que rondan los 65.000 euros para el acusado.

La Fiscalía también señala en su informe que el medicamento era suministrado al acusado, por su relación de confianza, en una farmacia de Gijón, incumpliendo la normativa que exige su dispensa bajo receta médica, hecho por el que se sigue un procedimiento administrativo en la Conserjería de Sanidad del Principado de Asturias.

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