Los asturianos de 14 a 18 años consumen más tabaco y alcohol que la media española

Los asturianos de 14 a 18 años consumen más tabaco y alcohol que la media española

 

El consumo de alcohol aumenta un 23% entre los más jóvenes en Asturias

 

Las drogas de comercio legal como el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes son las que presentan una edad más temprana de inicio en el consumo

 

 Salud Pública urge a la aprobación de la ley integral en materia de drogas y llama a la responsabilidad de tutores, educadores y hosteleros

 

 

El Principado de Asturias presenta un consumo más elevado de alcohol y tabaco que la media nacional entre los jóvenes de 14 a 18 años y equivalente en el consumo de cannabis. Un 88,1% de los asturianos afirma haber consumido alcohol y un 38,8% tabaco en los últimos doce meses, frente a los porcentajes del 81,9% y 35,3% registrados en España. Además, el consumo de alcohol entre los menores de 14 años ha experimentado un repunte de 23 puntos porcentuales respecto a 2010.

 

Así lo ponen de manifiesto los datos de la última Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias de 14 a 18 años de toda España (ESTUDES), que han sido presentados en rueda de prensa por el director general de Salud Pública del Principado, Julio Bruno.

 

El Plan Nacional sobre Drogas realiza cada dos años esta encuesta para conocer los patrones de consumo y orientar el desarrollo y evaluación de intervenciones destinadas a reducir el consumo y los problemas asociados. El Principado de Asturias amplió el tamaño de la muestra para mejorar la fiabilidad estadística de los datos y encuestó entre el 14 de febrero y el 30 de abril de 2013 a 2.024 chicos y chicas de entre 14 y 18 años estudiantes de secundaria, bachillerato o ciclos formativos de grado medio.

 

La encuesta pone de manifiesto que un 82,1% de los adolescentes asturianos ha consumido alcohol en el último mes, seguido, a mucha distancia, del 32,5% que ha consumido tabaco, y del 16,8% que ha consumido cannabis.

 

Por edades, las drogas de comercio legal como el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes son las que presentan consumo más temprano, si bien los datos autonómicos no difieren significativamente de los nacionales, ni de los obtenidos en encuestas anteriores. Así, los jóvenes asturianos se inician en el consumo de tabaco a los 13,8 años, en el consumo de alcohol a los 14 y en el de hipnosedantes a los 14,3, mientras que en el caso de cocaína, el éxtasis o las anfetaminas estas edades se retrasan hasta pasados los quince años.

 

Los datos de ESTUDES para Asturias revelan además que los consumos de las tres principales drogas de consumo legal, alcohol, tabaco e hipnosedantes, aumentan significativamente con la edad, de modo que el consumo de tabaco es 44,2 puntos superior en los jóvenes de 18 años que en aquellos de 14, un patrón que se repite con una diferencia de 27,9 puntos en el caso del alcohol y de 7,9 en el caso de los hipnosedantes. El consumo de cannabis, con un 37,1% entre los jóvenes de 18 años, sitúa a esta sustancia en parámetros similares a las drogas de comercio legal.

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Por sexos, el porcentaje de consumidores es más alto en las chicas en el caso de las drogas de comercio legal, incluidos hipnosedantes, mientras que el consumo de las sustancias ilegales es mayor en los varones.

 

En el caso del tabaco un 52,7% de los encuestados manifiesta haber visto fumar a profesores dentro del recinto del centro escolar y un 76,3% a alumnos, pese a la prohibición legal de hacerlo.

 

En relación al alcohol la media de edad de inicio al consumo es la misma para ambos sexos: 14 años para el inicio al consumo y 15 para el consumo semanal, asociado generalmente al ocio durante el fin de semana, si bien la proporción de chicas consumidoras es más alta tanto en el caso de consumo esporádico, como habitual. En ambos casos el consumo alcanza su máximo a los 17 años.

 

Borracheras

La encuesta refleja también que el porcentaje de jóvenes que se emborrachan continúa siendo elevado. En este sentido, un 35,5% de los estudiantes asturianos afirman haberse  emborrachado en el último mes, un 55,6% en el último año y un 64% alguna vez en la vida, en todos los casos por encima de la media estatal. En el caso de las borracheras el porcentaje de los chicos supera al de las chicas en el último mes.

 

Un porcentaje muy elevado de jóvenes consigue el alcohol en bares o pubs (59,6%), discotecas (59,7%) y supermercados (45,3%), tanto por encima como por debajo de los 16 años, lo que pone de manifiesto el incumplimiento de la ley que prohíbe la venta de alcohol a menores de 16 años. Además, casi dos de cada diez adolescentes confiesan haber viajado como pasajero en un vehículo a motor conducido por una persona bajo los efectos del alcohol.

 

Julio Bruno ha expresado su preocupación por un fenómeno que supone un problema de salud pública de primer orden y ha reivindicado la importancia de aprobar la nueva ley integral en materia de drogas, que busca disminuir la accesibilidad de los más jóvenes a estas sustancias, fijando en los 18 años la edad mínima para consumir alcohol, lo que la iguala al resto de España y estableciendo limitaciones a la publicidad y promoción de las sustancias de comercio legal, a la vez que prohíbe el uso ilícito de sustancias que puedan usarse con fines estupefacientes, aunque su comercio sea legal. El director ha insistido asimismo en la importancia de que la sociedad se conciencie de la necesidad de educar a los más jóvenes en hábitos de vida saludables y en promocionar modelos de ocio alternativos.

 

Atendiendo a la percepción del riesgo, siempre más alto en las mujeres, resulta llamativo que menos de la mitad de los jóvenes participantes de la encuesta consideran que el consumo de cinco o seis bebidas alcohólicas en el fin de semana puede acarrear “bastantes o muchos” problemas. En conjunto, el menor riesgo percibido se asocia al consumo de alcohol y el mayor a la heroína, el éxtasis y la cocaína y se confirma la tendencia apuntada en 2010 de considerar menos perjudicial el cannabis que el tabaco.

 

 


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