Julia

Julia

Julia, hoy he sentido un nudo en la garganta, cuando a las nueve de la mañana, Luis me llama en medio de un mar de lagrimas para contarme que estabais en Cangas, en el Hospital, que Julia estaba muy mal. Me vuelves a llamar y me dices que tiene que salir en ambulancia para Oviedo, posteriormente me cuentas que la situación se agrava y que la traen en helicóptero; no se como ayudarte; me parece todo surrealista.

                       

El pasado fin de semana estuvimos en Montefurado ( Lugo ) con asociaciones de Galicia y León, haciendo proyectos y viviendo una de esas ilusiones, tuyas Luis, todo por aportar vida al pueblo... y ahora eres tu quien clama desesperadamente pidiendo vida para la persona que te aporta la ilusión y la vida, para tu cerebro; para Julia. Doy vueltas sin saber por donde, estamos en agosto, en plenas vacaciones. Ana la de Yerbo, con quien habéis organizado el bateo en su río, viene desde Tapia en cuanto se enteró, estaba de vacaciones pero le faltó tiempo para acercarse a aportar su ayuda y su consuelo. Cesar Morís, habla conmigo y me dice que la situación es  complicada, pero que está en la mejores manos; el aparato está en marcha.

                       

Julia entra en el quirófano; la operación es larga y delicada, yo me tengo que ir a un funeral a Cudillero, de “ Totó”, el padre de Juan Luis, otro idealista como tú; Luis, me fuí con Rufino Roces, que está pendiente de la situación; regreso a las siete y media, allí están tus amigos los del Centro Reto, eso es reconfortante, llega Jose Manuel, Raul, Merche, Raul hijo y todos tus hermanos y sobrinos, Ana baja a comunicarnos que ha salido de la operación con éxito, un maravilloso equipo a quien hay que reconocerles su labor, desde cirujano a enfermeras ; han sido unas ocho horas; horas interminables, ahora hay que esperar a las reacciones.

           

 Los de Centro Reto dicen que hay que tener fe, porque Dios tiene el poder de la mano del cirujano y el destino es inamovible, pero en Navelgas, aunque la gente no se de cuenta, necesitamos a Julia, porque Julia es “un cerebro”, y los cerebros no se reemplazan fácilmente; me lo decía, no hace muchos años Severo Ochoa.

 

           

Fue la semana pasada cuando en Montefurado celebrábamos la cultura de los celtas y los romanos en torno a las explotaciones auríferas; todo mas que una fiesta, Tu, amigo Luis, no valoras lo importante que eres, pero si te das cuenta que lo que eres, y eso lo valoras, es por Julia: Ambos lucháis por sacar adelante el pueblo sin fronteras, conectando con Lugo, Cacabelos o Cetro Reto. Allí nos vestimos de romanos y celtas, allí rememoramos la historia de un pueblo que partiendo de los castros llegó a la “Astúrica” de Astorga, del Cantábrico al norte de Portugal, porque no habéis caído en la mezquindad de las fronteras anodinas.

                       

En Montefurado nos encontramos con un ambiente entrañable de profesionales al margen de la subvención, todos con una única idea, recuperar la historia de una tierra común a la cultura aurífera, por eso nos integramos vistiéndonos de celtas y romanos, sin fronteras y sin mezquindades, y todo gracias a vosotros, a Luis y sobre todo a Julia, el cerebro en la sombra.

                       

Por eso Julia, no nos puedes abandonar, porque te necesitamos aunque tu no te des cuenta. Porque sois humildes y aun tenéis sueños.

 

 

 

 


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