Por Manuel García Linares.-Puntualmente, desde hace mas de nueve años, un grupo de la Asociación  Reto, se han llegado a Navelgas para preparar su campamento de verano; un centenar de personas, familias completas, jóvenes y mayores procedentes de , se han acercado a pasar una jornada de bateo y como siempre ocurre cuando ellos llegan, también llega el buen tiempo, mas de treinta grados acompañados de una ligera brisa hacía que el paraje del río, en donde practicaron la terapia relajante del bateo, se asemejase a aquel paraíso del que un día fuimos expulsados, por nuestra mala cabeza. Luis Sanfíz, su esposa Julia, Hugo, Manolo, Carlos y otros miembros de la Asociación de Buscadores de Oro “Enrique Sanfíz “, hicieron, como es práctica común en ellos, de monitores para orientar a los novatos en la forma de lavar las arenas del río en el maravilloso paraje de Parada, próximo a Rellanos en medio de un juego de sol y sombra, entre sombras vibrantes de las ramas de homeiros, fresnos y saúcos, con los brillos de unas aguas cristalinas que brillan como liquido dorado en donde antes se oyeron los golpe acompasados de dos gigantescos mazos del batán, que poco a poco se fue dejando perder como se están perdiendo o se han perdido ya tantas joyas de nuestro patrimonio cultural, de nuestras raíces, por falta de interés y abandono de la administración.

Polacos, griegos, franceses, catalanes, madrileños, leoneses o asturianos, dirigidos por  José Mora, Juan Artime, José A, Roldán, Francisco Amador, Sonia Oliveira y Beatriz Blanco forman un armónico elenco de la Asociación Reto, de ese reto que se lanza a la lucha contra los problemas de una sociedad enferma y estas gentes lo hacen con unas simples herramientas de trabajo, constancia y naturaleza; ese reto a la naturaleza para obtener de la misma la compensación de unos momentos gratificantes, como pueden ser los del bateo de oro, combinación de luz y color con el juego de las aguas en el apartado rincón del recuperado Paraíso; lástima que no se haya podido gozar de otro paraje en medio del bosque, próximos a la ruta del oro romano, ahora, huella del oro, y no se ha podido gozar de este otro paradisíaco rincón, simplemente porque las hierbas tapan las mesas, los bancos, las papeleras y ciegan las sendas del oro, haciéndolas impracticables y propensas a las garrapatas... y a nadie le preocupa que mientras promovemos la difusión turística en los medios, abandonamos aquello que ofrecemos, dando vacaciones en la época estival a los obreros municipales, esperando preparar las sendas y las áreas al final del verano, y no solamente es problema municipal, también lo es del Principado en cuyas carreteras cuesta trabajo encontrar un indicador informativo, disfrazado entre la maleza.

En diez días volverán los de la Asociación para montar su campamento de verano, y con un poco de suerte, porque lo han hecho otras veces, terminarán haciendo la labor que tendría que hacer el ayuntamiento y ademas prepararán sus equipos para el Campeonato Nacional de Bateo; esto también es terapia.