Asturias blinda a su ganado contra la lengua azul con una inversión de casi dos millones

Asturias blinda a su ganado contra la lengua azul con una inversión de casi dos millones

Más de 380.000 animales serán vacunados en una campaña que comienza de forma inminente

El Gobierno de Asturias ha puesto en marcha una ambiciosa campaña de vacunación para proteger a su cabaña ganadera contra la lengua azul. La iniciativa, que cuenta con un presupuesto de casi dos millones de euros, permitirá inmunizar a más de 320.000 vacas y 60.000 ovejas en toda la región.

Objetivo: máxima protección antes de la temporada de riesgo

La campaña, que se intensificará en las próximas semanas, tiene como objetivo principal proteger a los animales antes de que comience la época de actividad de los mosquitos que transmiten el virus. De esta forma, se espera evitar la propagación de la enfermedad y minimizar su impacto en el sector ganadero asturiano.

Un operativo sin precedentes

Para llevar a cabo esta vacunación masiva, la Consejería de Medio Rural y Política Agraria ha movilizado un operativo sin precedentes. Un equipo de veterinarios y técnicos especializados se desplazará a las diferentes explotaciones ganaderas para administrar las vacunas a los animales.

Colaboración y responsabilidad

La Consejería ha hecho un llamamiento a la colaboración de todos los ganaderos para que participen en la campaña y contribuyan a proteger a sus animales. Se recuerda que la vacunación contra la lengua azul es obligatoria en Asturias.

Más información y calendario

En los próximos días se publicará un calendario con las fechas y lugares específicos en los que se llevará a cabo la vacunación. Los ganaderos que deseen obtener más información pueden ponerse en contacto con el Servicio de Sanidad y Producción Animal de la Dirección General de Ganadería y Sanidad Agraria.

Lengua azul: una enfermedad sin riesgo para el consumo humano

Es importante destacar que la lengua azul no es una enfermedad zoonótica, es decir, no se transmite al ser humano. Por lo tanto, los productos de las explotaciones ganaderas afectadas, como la carne o la leche, son completamente seguros y saludables para el consumo.

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