15 O Sin futuro, pero sin miedo

15 O Sin futuro, pero sin miedo

Por Patricia Simón

periodismohumano.com

 

Adelante, adelante, ven a ver lo que es tu propia fuerza, míralo con tus ojos sin rostro y verás que no hay vías muertas, así que no es real la facilidad con que nos dan la respuesta, la proposición de los Sin Rostro en una pregunta abierta.

Con esta extracto de la canción La danza de los Nadie del grupo Hechos contra el Decoro, Rita Maestre y Carmen Aldama comenzaban su capítulo “Sin miedo” en el libro de Juventud Sin Futuro, el colectivo que junto a Democracia Real Ya convocó la manifestación que precedió a la del 15 de mayo, el 7 de abril, cuando varios miles de jóvenes  -3.000 según la Policía- salieron a la calle en Madrid para protestar contra la precariedad. En el libro recuerdan:

 

“Los medios nos brindaron una amplia cobertura. En primer lugar porque estaban deseosos de noticias de este estilo en el Estado español y, en segundo lugar, porque el discurso que vertimos en ellos resultó muy cercano y comprensible. Un discurso que, rápidamente, creó empatías y cuajó en sectores muy amplios de la sociedad”.

Juventud Sin Futuro (JSF), según explican ellos mismos en el libro, tienen su origen en el movimiento estudiantil anti-Bolonia que “por primera vez logró una coordinación a nivel estatal”, pero nació a finales del 2010 precisamente con la intención de superar las diferencias de cada universidad y enfocarse en la situación de precariedad generalizada entre los -o las, porque utilizan el femenino plural indistintamente- jóvenes: “Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo” es su eslogan y fue uno de los más vistos y reconocible durante la manifestación del 15M con su color amarillo chillón ya característico. Apenas una semana después de que la Puerta del Sol se convirtiera en un pueblo dentro de la capital de España, vio la luz su libro, escrito principalmente por estudiantes, prologado por Santiago Alba Rico y publicado por la editorial Icaria. Ahora, además de en las librerías, está disponible en pdf, y su relectura, seis meses después de aquella primera manifestación, resulta reveladora por cómo muchos de los asuntos tratados en él aparecen hoy en la agenda pública y, algunos, en la política.


 

Conversamos con una de las autoras del libro, Rita Maestre, estudiante de Ciencias Políticas y Administración. La pillamos en plena preparación de la manifestación de hoy 15 de octubre. Cuando nos ponemos a conversar sobre el libro, vía chat, lo primero que comenta es “pero se ha quedado un poco desfasado, ¿no?”. Lo curioso es que falta el desenlace, la evolución, pero la situación de los aspectos tratados en el libro sólo ha hecho empeorar en los últimos meses: la vivienda, el empleo, la educación, la clase política… Sin embargo, , la proactividad en las redes sociales y la agitación en los tonos de las conversaciones dibujan un ambiente, si no festivo, sí excitado. Un tono muy distinto al de análisis que pedía pasar a la acción del libro que tratamos. En el prólogo, Santiago Alba Rico decía:

“Habíamos menospreciado el deseo de los jóvenes de ser adultos contra todo un entramado social, político y cultural que quiere retenerlos en la infancia. Materialmente, sí, pues como recuerda la certera síntesis de Juventud Sin Futuro, el capitalismo los priva de casa propia y de trabajo, dos cosas que los niños no necesitan y que, aún más, no deben tener. Pero una sociedad que los quiere retener en la infancia también políticamente, sustituyendo su derecho al lugar del padre –digamos en términos psicoanalíticos– por caramelos “.

Rita Maestre formaba parta del colectivo Contrapoder de la Facultad de Políticas de la Complutense, en Madrid, cuando en diciembre como otros colectivos, pasaron a integrar JSF. Un periodo que resume así: “Ha sido el año más intenso, enriquecedor, bonito y cansado de mi vida. Está siendo una experiencia muy enriquecedora porque, aunque la mayor parte de los que creamos la plataforma ya estábamos organizados, nunca habíamos tenido entre las manos algo de tanta envergadura. Nos hemos ido formando, aprendiendo y equivocándonos colectivamente. Y eso es muy hermoso”.

 

Periodismohumano. ¿Qué papel sigue jugando JSF y qué queda del movimiento estudiantil en el 15M?

Rita Maestre. Los participantes en el JSF lo hacemos también en las asambleas de barrio, de universidad, de economía… del 15M. Pero hemos dejado que la plataforma siga funcionando con sus propios ritmos a la vez y nos hemos centrado en el intento de construirnos como referente para la juventud precaria, tratando como hacíamos antes de que el 15M estallase, en convertir la indignación y el descontento en participación activa y  organización. Seguimos desarrollando un discurso que, compartiendo muchos elementos con el 15M, tiene también aportes, ideas y formas que nos son propios.

Sobre el movimiento estudiantil está resurgiendo a partir del 15M, centrado fundamentalmente en los recortes a la educación y la implantación de la Estrategia de Universidad 2015. Nosotros, que participamos en él a través de las asambleas de nuestras facultades, queremos incluir la cuestión de la precariedad y el futuro laboral porque consideramos que las distintas reformas universitarias continúan la senda de la precarización del futuro de los jóvenes. Y están saliendo iniciativas como #tomalafacul, de la Asamblea de la Universidad de Sol, que ha sido muy bien recibida en todas las universidades, y que en Madrid se han coordinado para salir de Atocha a las 17:30 hoy como un bloque estudiantil, en el que estará JSF.

P. En el capítulo dedicado a la precariedad sistémica a la que está sometida la mayoría de los jóvenes en España decís que no se reduce al ámbito laboral o de la empresa: “El problema es que estamos solos. Los sindicatos tradicionales protegen y representan los intereses de unos trabajadores que no somos nosotros, en unos puestos de trabajo a los que difícilmente accederemos”. Participasteis en la huelga general aunque, según escribís, a sabiendas de que allí no se estaban defendiendo vuestros derechos. Y añadís: “No nos arrepentimos. Nosotros permanecimos en las calles mientras ellos se encerraban a firmar”.

 

P. ¿Consideráis que los sindicatos, los existentes y tradicionales, siguen siendo necesarios?

R. M. Sin ninguna duda. Consideramos que los sindicatos han sido y siguen siendo las herramientas fundamentales de defensa de los trabajadores, sean estos trabajadores en el sentido clásico del término o en su nueva forma como precarios. El problema es que con las formas actuales del trabajo, en su mayoría flexibles y temporales, ya no se garantiza el derecho de sindicación, ni de huelga. Y en esto los sindicatos mayoritarios se equivocan porque mantienen un modelo que ya no es apto para las nuevas formas del empleo. Y se equivocan además, y el tiempo no ha dado la razón, en seguir manteniendo que un modelo de concertación social es posible.La profundización de la crisis ha mostrado cómo los sacrificios que se supone que todos tenemos que hacer -aunque al final, y al principio, siempre los hacen sólo los de abajo- son infinitos y que los mercados y los políticos de los grandes partidos, que gobiernan al servicio de esos mercados y de las élites, siempre piden más.

El papel de los sindicatos debe volver a ser el de estar al lado de los que sufren la crisis, y no la apelación continua a una responsabilidad que sólo ellos asumen, mientras las políticas impuestas siguen siendo de empobrecimiento y recorte de derechos. Ees necesario, además, un nuevo tipo de sindicalismo que pueda garantizar o, por lo menos, luche por mejorar las condiciones de vida de los que menos tienen y más sufren. En esto los jóvenes tenemos un papel fundamental y no podemos esperar que hagan el trabajo por nosotros: tenemos que construir e inventar formas de nuevas. Y desde JSF, estamos en ello.

 

P. Recogéis en el libro que la manifestación del 7 de abril recibió una buena cobertura en los medios de comunicación “porque estaban deseosos de este tipo de información de movilizaciones en España y porque supisteis vertir un mensaje atractivo y fácil de comprender”. Además del verbo utilizado, “vertir”, ¿qué responsabilidad asigna JSF a los medios de comunicación en esta crisis?.

R. M. Los medios han tenido y siguen teniendo un papel fundamental en la creación del sentido común de una sociedad, de los valores compartidos, de lo que está bien y lo que no. Creemos que la mayor parte de los grandes medios fomentan una lectura de la crisis que sigue hablando de la necesidad de que “todos nos apretemos el cinturón”, cuando sólo algunos, las grandes mayorías, tenemos que hacerlo.Esto es comprensible teniendo en cuenta la vinculacion de todos estos medios con el mundo empresarial y financiero. Pero a la vez, y huyendo de todo mecanicismo, diría que una de los éxitos de JSF y sobretodo del 15M es haber conseguido dirigirse también a todos esos periodistas precarios y explotados que llenan las redacciones de los grandes periódicos, y hacerles sentir parte del movimiento. Muchos de esos periodistas, sobretodo de los medios “progresistas”, han estado y siguen estando vinculados al movimiento, y eso es un éxito se mire por donde se mire.

 

P. Sobre Acampada Sol, en el capítulo que escribiste junto a Carmen Aldama, sostenéis que “rompió con el pilar fundamental de la ideología dominante de que el ser humano es egoísta por naturaleza” y “logró la reapropiación del espacio público”. Hay que recordar que cuando publicásteis el libro, la acampada sólo llevaba una semana. Ahora, ¿qué esperáis que consiga el 15O?

R. M. A estas alturas hay muchas pequeñas victorias que no se habrían producido sin la presión del 15M: que la dación de pago sea sujeto de debate, que las administraciones públicas hablen de recortar el sueldo a los políticos o sus pagas extras. Es un éxito que estos temas que se hayan puesto en la agenda política, independientemente de si se llevan a la práctica o son sólo maquillaje de un problema estructural.

Creemos que la manifestación de hoy (por la de Madrid) va a ser un gran éxito y el 15M es un movimiento que ha venido para quedarse. Dado que las condiciones en que vivimos no parece que vayan a mejorar sino todo lo contrario, y es previsible que con una mayoría absoluta del Partido Popular empeore, tenemos que seguir movilizándonos de forma masiva.

 

P. El capítulo en cuya redacción participaste lo comenzais con una estrofa de La Danza de los Nadie, del grupo Hechos contra el decoro. ¿Cómo se ha resignificado esta canción para vosotras tras estos meses?

R. M. La canción entonces tenía algún sentido, más de voluntad que de realidad. Tras esta primavera de regeneración ciudadana y democrática, cobra sentido completamente. Los “sin rostro” han seguido la letra de la canción y hemos empezado a atrevernos a mirar, a debatir, a criticar y a participar, a cuestionar lo que nos cuentan como si se tratase de hechos objetivos o naturales. También tiene sentido la “pregunta abierta” que plantea el tema: el movimiento es muy heterogéneo en su interior, y en él conviven muchas “almas”, por lo que sus retos futuros, sus preguntas, sus deseos, están aún, y sospecho que lo estarán siempre, en permanente discusión y contrucción.

Hoy, 15O, es un día clave. Pediría que aquel que se esté pensando no ir, se lo vuelva a plantear. Que la palabra “idiota” viene del griego y entonces se refería a los que sólo se ocupan de los asuntos privados y no de la polis, de lo público. Un mundo mejor se construye entre todos y para no ser “idiota” mañana y todos los días, hay que participar. Somos el 99% y sin nosotras no se mueve el mundo.


 

 

 

 


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