Cuando la experiencia se difumina

El presidente del Consejo Económico y Social del Principado de Asturias Nicolás Alvarez me envía una impresionante publicación con el título de “Situación económica y social de Asturias” referida al año 2010. El CES suele publicar interesantes trabajos sobre la situación de nuestros sectores más vitales a lo largo del año y realizados por expertos de la universidad. El CES es un organismo cuyo consejo de dirección está formado por veinticuatro personas de las que ocho pertenecen a FADE, cuatro a UGT, cuatro a CCOOO, además de la propia universidad y algún que otro organismo. Al gobierno del Principado le corresponden cuatro plazas y según la normativa por la que se rige este organismo curiosamente no pueden ser altos cargos así que por eso, supongo, la consejería de Economía y Empleo acaba de nombrar como vocales del CES a Alejandro Roces Salazar, Nicolás Vázquez de Castro, María Antonia Suárez González y Elena Garzo García en sustitución de María Luisa Ponga Martos, Pilar Miñón González de Langarica, Elena Fernández Vázquez y José Luis de Pablos Rodríguez.

No es secreto alguno que este abogado leonés, Nicolás Alvarez, es militante del PSOE, y tras estudiar la carrera de Derecho en nuestra universidad, desempeñó diversos cargos profesionales, relacionados con la Administración de la que es funcionario –todo un experto en negociación laboral-, y políticos puesto que en su momento, hace ya bastantes años, fue concejal de parques y jardines de Avila y luego senador por aquella provincia.

Ahora lleva más de diez años como presidente del CES donde ha formado un pequeño pero competente equipo de expertos, manteniendo siempre una muy buena relación con las fuerzas sociales de Asturias, sea FADE o los sindicatos más representativos. Siempre creí que si la AMSO hubiera tenido visión de futuro y ambición de gobernar algún día el ayuntamiento de la capital Nicolás Alvarez hubiera sido el candidato ideal a la alcaldía, pero ya se sabe en esto de la política personalismos y envidias ponen piedras en el camino y me consta que Nicolás Alvarez pronto se desencantó de esa posibilidad. Ellos se lo perdieron, que diría Antonio Masip.

Precisamente se acaba de jubilar el secretario del CES, el abogado José Luis Gallego, al cumplir los 70 años; como pasa el tiempo, amigo. Gallego es otro experto en derecho laboral y en negociación colectiva, habiendo vivido en primera fila los tiempos duros de la minería asturiana y me remonto a los últimos años de la época de la dictadura. Y es que conocí a José Luis Gallego como abogado de la Unión de Técnicos y Trabajadores del Sindicato del Combustible, cargo funcionarial en el que sucedió a otro abogado con pedigrí, Obdulio Fernández, a quien aquellos tiempos turbulentos le llevaron a ser delegado del sindicato vertical en La Coruña por un corto periodo de tiempo, que chocó con el colectivo de las mariscadoras y hubo de regresar a la madre patria, o sea, a Asturias.

José Luis Gallego en aquellos tiempos finales de la dictadura fue un importante apoyo del presidente de la rama social de dicho sindicato, Noel Zapico, actual adjunto a la Procuraduría General del Principado, y que con su capacidad negociadora logró en el final de la década de los 60 y siguientes años importantes logros para el sector minero asturiano que tras años de olvido sindical y político le han sido reconocidos. Me refiero a la creación del Instituto de la Silicosis –enfermedad azote de los mineros, afortunadamente hoy erradicada-, Montepío de la Minería, adquisición del balneario de Ledesma a la Seguridad Social, el estatuto del vigilante minero y el mantenimiento de un sector industrial que solo en una empresa como HUNOSA en el año 1972 contaba con una plantilla de 28.500 trabajadores.

Volviendo a la figura de José Luis Gallego, tras su paso por la sexta planta de la casa sindical, la que hoy en la plaza de la Paz ocupa la Unión General de Trabajadores, se integró como funcionario en la delegación provincial del Ministerio de Trabajo cuya secretaría llevó durante años hasta ser fichado para el CES. Pues bien, ya ha finalizado su actividad profesional lo que, sin duda alguna, le permitirá disfrutar de sus aficiones y largos paseos por Oviedo pero continuará siendo uno de los asturianos que más sabe de los movimientos sociales y laborales de nuestra región. Vamos, que pasa a formar parte de ese colectivo de seniors cuya sapiencia es una pena que se diluya con el paso de los años. La aplicación de pre jubilaciones o jubilaciones de excelentes profesionales, aún en plena forma física y mental, es una riqueza que la sociedad no acaba de aprovechar cono formadores u orientadores para las generaciones siguientes. Hay una organización, SECOT, que engloba a ejecutivos pre jubilados o jubilados, que de manera altruista y bajo el paraguas de la Cámara de Comercio, se dedica a asesorar a jóvenes emprendedores escasos de recursos y faltos de orientación. Me encanta la labor de esta gente, cuyo presidente en Asturias es Juan Alberto Rodríguez, y observo en los setenta socios que hay en nuestra comunidad autónoma un verdadero deseo de ayudar al prójimo a poner en marcha un negocio u orientar por el camino acertado las múltiples gestiones a las que un emprendedor sin experiencia debe enfrentarse.

Si me refiero a profesionales a los que les llega la hora de dejar el trabajo activo, no puedo por menos de citar también al que durante cerca de veinte años fue mi compañero en el departamento de comunicación de HUNOSA, José Antonio Oca, mierense de pro, y que tras treinta y dos años en la empresa finalizó el pasado lunes su vida laboral. La minería, la siderurgia y la banca, son sectores en donde se envía para casa a profesionales aún en lo mejor de la vida. Sí, tal es el caso de HUNOSA, que ya no llega a los dos mil trabajadores en plantilla. A medida que se acerca la finalización del actual plan de empresa puntales de la misma están preparando las maletas, caso, por ejemplo, de José María Iturrate, director de recursos humanos, de la economista Tere Baldó, o de los ingenieros José Luis Peón o Germán González, por citar algunos casos de directivos con amplia experiencia en el sector minero porque, no nos engañemos, ¿Es que este redimensionamiento de las plantillas en empresas públicas y privadas ha servido para dar empleo a jóvenes?. Está claro que no.



Dejar un comentario

captcha