Chupar banquillo

Ayer, festividad de los Reyes Magos, hizo 274 años del nacimiento en Gijón de uno de los asturianos más preclaros de la historia del Principado, Gaspar Melchor de Jovellanos. Sus padres precisamente le bautizaron con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar en honor de dicha efeméride. Jovellanos fue un adelantado a su tiempo, un intelectual de espíritu reformista y al que, como es habitual en nuestra tierra, no se le hizo mucho caso aquí, con sus teorías desde la mejora de la Justicia hasta la realización de infraestructuras que an estamos peleando.

Conocí su obra con cierta intensidad al entrar a trabajar a la Universidad de Oviedo en 1972 cuando me fichó el entonces rector y gran jovellanista José Caso, del que guardo el mejor de los recuerdos en una etapa convulsa de los últimos años del franquismo y con una universidad, la de Oviedo, de la que dependía Léon.

Políticamente Jovellanos tuvo, tiene, a otro admirador al que creo quiso imitar, el ex ministro y ex presidente del Principado Francisco Alvarez-Cascos, verdadero forofo del jurista asturiano. El que fue vicepresidente del gobierno con Aznar pudo haber sido, desde el punto de vista de la derecha, la gran esperanza política de esta Asturias contemporánea pero se le fue la olla en batallas cainitas y hasta estériles. Y lo digo sin ponerme colorado, es una pena en una región como la nuestra tan necesitada de políticos de peso y sensatez en la actuación. Con el paso de los años los dirigentes del Principado se han ido hundiendo en la mediocridad con una evidente pérdida de influencia en Madrid. Hemos tenido apenas algún que otro ministro asturiano sentado en La Moncloa y la caída de los mercados cautivos del carbón y del hierro ha conseguido que perdamos nuestro norte industrial.

Dos de los sectores de los que apenas se habla lamentablemente, el mar y el campo, están en plena decadencia por la dejadez de las distintas administraciones y la poca ayuda que se presta a ganaderos, agricultores y pescadores. Además la normativa de la Unión Europea tampoco contribuye precisamente a su potenciación. Respecto al campo nuestro faro estrella es la Central Lechera Asturiana pero noto que cada vez se deslocaliza más de nuestra tierra que es la suya y a la larga me temo lo peor dada la inexistencia de banca propia para financiarla. Solo la Caja Rural mantiene el tipo y sobre Liberbank me temo que cualquier día dará la espantada.

Los rumores siguen apuntando a su consejero delegado Manuel Menéndez que no se despega de Fernando Alonso cuando viene a Asturias ni para tomar café, como probable hombre fuerte de la nueva Duro Felguera dentro de unos meses. Santander y Sabadell tienen ahora el control de la ingeniería en cuestión mientras serpientes de navidad como la de la participación de Casildo Blas Herrero solo hacen que espantar al aspirante a accionista. Insisto en que debería de ser el grupo Masaveu quien entrase en Duro pero su cabeza visible Fernando, residente en Suiza, está casa vez más lejos de las necesidades de su tierra. Desde un punto de vista empresarial no le queda tarea por realizar al que el próximo día 30 será nuevo presidente de FADE Bernardino Feito. Por lo menos es una persona con empuje, de miras internacionales y apostando por las nuevas tecnologías. El roto y desnortado equipo de Pedro Luis Fernández no tiene otro remedio que a partir de ese día chupar banquillo.



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