Fútbol es fútbol

Comencemos por el fútbol. Lamentablemente al Real Oviedo le ha salido mal la jugada de Generelo y ya tiene bastantes cartas de la baraja para no jugar ni siquiera el play off a primera división. Ganar el Zaragoza pasado mañana no va a ser fácil pero, como dice Radomir Antic, viejo conocido de la afición azul, fútbol es fútbol. No dio resultado ni que el grupo CARSO, al que la afición azul y la ciudad deberán de estar siempre muy agradecidos por haber rescatado al equipo de la quiebra, trajera a última hora de México al técnico Carlos Barra para que forrase las decisiones de Generelo.


Creo que la propiedad representada en Oviedo por el técnico Joaquín de Olmo debería en todo caso replantearse la gestión de la sociedad cara a la próxima temporada. Desde un principio vistieron al club con un ropaje ovetense a través de un consejo de administración fantasma al que solo utilizan, y no siempre, como figurantes en los actos sociales pero prohibido participar en las decisiones del club. Haber puesto el capítulo deportivo en cuanto a fichajes se refiere en manos del nefasto Carmelo del Pozo, ahora fichado para el mismo cargo por el descendido Levante, fue un error. Haber obligado a irse al entrenador Egea, otro, y como remate el incomprensible fichaje de Generelo para dirigir los últimos partidos. Además, creo que con el ostracismo de jugadores como Esteban y Diego Cervero, por citar, se ha perdido en el equipo bastante de su espíritu oviedista. Si yo fuera Generelo el domingo en La Romareda sacaría de titular al delantero Cervero a ver si repite la gesta del pasado año en Cádiz cuando con su gol de cabeza logró que el equipo azul subiera a segunda división.

Con más suerte, y también gracias al esfuerzo de Abelardo y sus guajes, el Sporting ha logrado mantenerse por los pelos en la división de honor lo que fundamentalmente, además de mantener encendido el ánimo de su esplendida afición, le va a servir para limpiar las telarañas de la hasta ahora su paupérrima economía. Sin embargo me preocupa la desbandada que está sufriendo en su primera plantilla. Los guajes se están yendo de tres en tres encontrándose la directiva con que tendrán que fichar trece o catorce jugadores. Aunque el Sporting esté libre, por fin, de cortapisas federativas para poder fichar y de que vaya a entrar importante grava en sus arcas como consecuencia de los derechos televisivos, algo menos de 40 millones de euros, resulta todo un difícil ejercicio fichar a tal número de jugadores y componer de nuevo un equipo conjuntado partiendo prácticamente de cero. Gran reto para el bueno de Abelardo, desde luego, que apenas sin tiempo debe pastorear un nuevo rebaño con el hándicap además del descenso de categoría por parte del Sporting B. Los guajes se han hecho mayores y emprenden su vuelo en busca de nuevas camisetas y mejores contratos. Así es la vida, o mejor dicho, el fútbol profesional.

Veo en la tele a un Obama circunspecto postrarse ante el monumento a los caídos en Hiroshima sobre la que hará 71 años, el 6 de agosto, por cierto, mi cumpleaños, los norteamericanos lanzaron la primera bomba atómica y unos días después sobre Nagasaki, la segunda. Fueron más de 250.000 víctimas directas y muchos miles más indirectas pero el jefe de los yanquis, como dice un amigo mío anti USA, no pidió perdón. El argumento de los Estados Unidos es que gracias a tan tremenda decisión del entonces presidente Truman Japón se rindió de inmediato salvando así la vida de muchos compatriotas. Como bien decía hoy un comentarista en la SER Obama antes de irse para casa ha tenido la valentía de visitar Hiroshima y unos días antes, a sus antiguos enemigos de Vietnam. Solo le queda cerrar, como prometió, Guantánamo para coronarse como un gran dirigente. Claro que como en noviembre gane Donald Trump

Luarca, por fin, reacciona y con el apoyo del ayuntamiento se convoca una manifestación en defensa de la rehabilitación del Museo del Calamar destruido por la fuerza del Cantábrico hace dos años. Su promotor, el presidente del CPESMA, Luis Laria, a quien el próximo septiembre habría que darle una de las medallas de Asturias, es el autor y mantenedor de la extraordinaria colección de calamares gigantes que allí instaló con cariño paternal a lo largo de los años. La colección regresa ahora de Francia, donde estuvo expuesta varias meses, pero no tiene lugar donde reposar y es que según la sabionda consejera de Fomento Belén Fernández el gobierno del Principado no dispone de 500.000 euros para acometer las labores de reparación necesarias achacándolo, es posible, a la falta de fondos por la prórroga presupuestaria que sufre el Principado. Luis Laria, entre tanto, costeado de su bolsillo, en una finca de la zona de Otur, tiene instalado el llamado "Parque de la vida" cuya visita hace las delicias de pequeños y mayores y todo ello sin recibir la más mínima subvención. Sea como sea creo que el Principado, el gobierno de Javier Fernández, que un día sí y otro también se enzarza con el líder de Podemos Emilio León en el parlamento regional, le acaba de calificar de Caifás, tiene pese a todo recursos para afrontar esa recuperación. Ya se que somos una autonomía de tercera división, pero tanto



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