Improvisando no se ganan unas Elecciones Generales

     La pretensión de los populares de  renovar el partido, a cinco meses de unas elecciones generales,  no deja de ser una majadería un tanto chusca, al igual que reconocer a estas alturas que los dirigentes del PP, comenzando por el presidente, deben mejorar la comunicación con los ciudadanos en cantidad y calidad. Tal urgencia tras haber transcurrido tres años y medio, abusando y desaprovechando su mayoría absoluta, sin escuchar ni hacer el más mínimo caso a las reivindicaciones  de la oposición ni preocuparse de los españoles más desfavorecidos, ha constituido un auténtico despropósito, teniendo que haber sufrido el anunciado descalabro en los comicios autonómicos y municipales, para comenzar a reaccionar tarde y mal.

     El eludir y postergarlo todo continua siendo su gran error de Rajoy y que los propios dirigentes de la formación, se culpen unos a otros de la desastrosa gestión realizada. Nadie con dos dedos de frente y ante la delicada situación en que se encuentra el Gobierno, puede permitirse el pasar 20 días deshojando la margarita para comunicar la escueta renovación del partido consistente en el nombramiento de cinco personas y tres de ellas totalmente desconocidas, cuando lo suyo habría sido comenzar prescindiendo de la Secretaria General, Cospedal García, cuya endeble gestión refleja el crítico estado en que se encuentra el partido. Presidir una C.A. y a su vez dirigir el partido no es compatible

     Tampoco es de recibo que el presidente del Gobierno, admita y reconozca ahora que la corrupción en su formación ha causado más daño de lo previsto, cuando desde hace varios años fue repetidamente advertido de que tal lacra estaba instalada y perfectamente organizada en el PP. Sin ir más lejos, tómese como ejemplo el escándalo del “Caso Punica” cuyas ramificaciones y nuevos imputados continúan apareciendo. Cuando la golfería es compartida por tal cantidad de sinverguenzas, sucede los mismo que con los secretos, que son imposibles de ser guardados y pierden la condición de tales.

 

     No es correcto tampoco que en algunos medios se haya ensalzado el ejercicio de autocrítica por parte del Jefe del Ejecutivo por reconocer verdades como puños, cuando lo merecido sería la mayor de las censuras por haber tardado tanto en asumirlo, y peor aún, tratar de taparlo descaradamente a lo largo de estos últimos años ¿o es que alguien puede creerse que ignorase todo lo que estaba ocurriendo? Lo cierto es que se intentó por todos los medios ocultar tanta porquería por las posibles repercusiones pero con paupérrimos resultados.

        Afirmar como hizo Rajoy que “se ha pagado un precio altísimo en votos" por la innegable  corrupción en el partido denota un descarado cinismo. Aquí, los únicos que hemos contribuido con nuestros impuestos para engordar las cuentas de tanto sinverguenza somos los ciudadanos, más lo que queda por destaparse que irá apareciendo paulatinamente. Conviene recordar que en estas fechas los chivatazos están muy bien retribuidos…

.     En esta ocasión padeceremos una de las campañas electorales más largas desde que se implantó la democracia. Serán cinco duros meses hasta noviembre incluida la ya iniciada precampaña, lo que supondrá que este año los políticos se quedarán sin vacaciones estivales, siendo el primero e iniciar la actividad como no podría ser de otra forma, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien adelantándose al resto de formaciones ya tenía perfectamente organizada su "Caravana del cambio”, hábil estrategia de inicio, consistente en recorrer todos los municipios con alcaldes vinculados a su formación política y comenzando por Cádiz.

     El haber logrado descabalgar a Teófila Martinez de la alcaldía gaditana tras 20 años de permanencia,  ha constituido un éxito rotundo con gran repercusión mediática que Iglesias, inteligentemente, capitalizará como argumento para fortalecer la idea de “cambio” que viene fomentando Podemos desde su creación para alcanzar La Moncloa. En esta primera intervención, se mostró muy duro en su alocución contra el PP y Ciudadanos, castigando al PSOE con el látigo de la indiferencia, obviado a los socialistas en todos los sentidos como alternativa al Ejecutivo.

     Mire don Mariano, su gran error una vez más ha cosistido en llegar tarde y mal. Seguir dando la paliza con el mantra de la recuperación económica y los milagros de la macroecomía como “único argumento” ya comienza a molestar. Entérese de una vez por todas, lo que los ciudadanos no perdonan ni perdonarán es la corrupción hasta las trancas instalada en el partido. Si todo lo que comunicó en su discurso el pasado jueves 18 se hubiese producido hace dos años, posiblemente, aunque con dudas, la situación actual sería distinta. Está muy bien todo eso de salir a la calle y dar la cara, explicarse mejor, escuchar a los ciudadanos, etc. Pero se necesita algo más, como por ejemplo, que los cambios en el Ejecutivo no consistan en limitarse a cambiar a dos ministros, porque tal respuesta solo contribuirá  a que se incremente el malestar ciudadano.

     Como bien sabe, la pérdida de 4.000 concejales supondra muchos despidos incluidos toda la pléyade de “asesores” muchos de ellos procedentes de contrataciones de familiares, compromisos y amiguetes, los cuales, a partir de ahora, se convertirán en enemigos al tener que pasar a engrosar la cifra de desempleados y además resentidos. No cuente con sus votos ni el de sus familias y amistades para las generales…¡¡Tiempo al tiempo!!



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