El despertar de Turón

Acudo al Club de Prensa Asturiana para colaborar en la presentación del octavo libro de Manuel López González “Lito” sobre el valle de Turón. “El despertar de Turón” es una obra muy completa, tanto en el aspecto literario como gráfico, reflejando la historia del valle mierense y de sus ciudadanos, valle que de unos años para acá está abandonado de la mano de Diós. Menos mal que hace un año o así se creó un centro de estudios de Turón que preside el profesor Faustino Fernández con el objetivo de que la historia del valle no se pierda además de llegado el caso coadyuvar a la reanimación de la zona.

Entre el público el ex delegado de Defensa Baldomero Argüelles -estudió el bachillerato en Turón- que ha tenido el acierto de hacer oídos sordos a proposiciones políticas para ir en listas municipales y también su compañero de armas Rufino Díaz que fue mi teniente cuando como voluntario allá por 1965 estuve mes y medio en el campamento de Pinar de Antequera de Valladolid. Ambos nos acordamos del frío que hacia aunque con 18 años para un servidor no había frío que se me resistiera.

Entre el público también se encontraba Mina de Fresnedo que con sus 90 años muy bien llevados no quiso perderse la presentación del libro escrito por su hijo. El acto fue presentado por Longinos Fernández, director de los departamentos de Estadística y Registro General del ayuntamiento de Oviedo en el que “Lito” fue funcionario -hoy está ya jubilado-, con intervenciones del poeta y abogado nicaragüense Heradio González que con su verbo fácil no solo elogió la obra y la personalidad de ” Lito” si no que, como no podía ser de otra manera, sacó a relucir a su admirado Rubén Dario rematando sus palabras con una poesía del gran literato hispanoamericano. Heradio González también pidió que el Ateneo de Turón lleve el nombre de “Lito”.

Otra intervención corrió a cargo de José Espiño, catedrático de literatura, quien tras manifestar que si Oviedo es la ciudad mejor novelada, el valle de Turón posiblemente sea el mejor historiado de Asturias gracias a la obra de Manuel González “Lito”. Mi intervención fue en la línea de mis predecesores, resaltando la extraordinaria labor investigadora de “Lito” para seguidamente dar paso al autor del libro quien en palabras concretas y directas nos diseccionó la situación pasada y presente del valle. Un valle el de Turón en el que extrajeron de sus entrañas 100 millones de toneladas de carbon con una población que había pasado de 2.000 habitantes del Turón bucólico, antes de la minería, a 15.000 en la época conocida como la de las “vacas gordas”, época que podemos situarla cuando la conocida como dicta blanda de Primo de Rivera cuando en Turón se unió la industria con la cultura para beneficio del obrero con un Ateneo que hervía de actividad y en el que estuvieron, entre otras personalidades, Valle Inclán y Maximiliano Arboleya.

“Lito”, que nunca tuvo pelos en la lengua, nos habló de que ya en los tiempos contemporáneos. “Los fondos mineros ni los olimos -se refiere de 1980 para acá-. Simplemente pasaron de largo por lo que Turón quedó abandonado a su libre albedrío. Nos han robado el presente y nos están escamoteando el futuro”. De haber tenido 20.000 habitantes en 1960 apenas hoy cuenta el valle con 4.000. Pero “Lito” no quiere tirar la toalla y en el libro en cuestión presenta un catálogo de propuestas para sacar a Turón del pozo. “Claro que si Turón no despierta es que los políticos siguen de vacaciones” . Temo hasta que ronquen.

Por cierto, debo aprovechar este comentario para felicitar a mi colega el periodista gijonés José Ramón Patterson, redactor del Centro Regional de TVE en Asturias, ya que a partir del próximo mes de julio será el nuevo corresponsal de la televisión pública en Bruselas, cerebro y corazón de la Unión Europea. Periodista veterano pero aún joven -nació en 1958- fue director de Radio Nacional de España en Asturias así como director del Centro Regional de TVE en nuestra autonomía. Es profesional siempre de la casa y hace años fue corresponsal internacional volante cubriendo principalmente las andanzas del por entonces ministro Joseph Piqué. Está casado con Pilar Rubiera, jefa de la sección de Cultura de La Nueva España.



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