Guerra de palabras

MI espía preferida, la XPXIII, me llama desde Barcelona para informarme de cómo la editorial Planeta, esa que es propiedad del inefable José Manuel Lara, se ha cargado el último libro del periodista asturiano Gregorio Morán porque, por lo visto, se metía en unas páginas con otro ilustre asturiano, Víctor García de la Concha, uno de los grandes cacicones de la intelectualidad española. “El cura y los mandarines” es el libro censurado por la empresa de José Manuel Lara y que ha sido retirado de la venta, según su autor Gregorio Morán, porque la editorial expurgó once páginas dedicadas a Víctor de la Concha y, según la empresa, por miedo a los tribunales dado el tono del libro.

Víctor García de la Concha tras retirarse como director general de la Real Academia Española de la Lengua pasó a dirigir el Instituto Cervantes. Con 81 años cumplirá pronto tres al frente del mismo en el que aterrizó tras la negativa de Mario Vargas Llosa y así salvar al nuevo gobierno y a su ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, de la primera crisis al mes de estrenar cartera. De la Concha estará a finales de mes en Oviedo para asistir a los premios Príncipe de Asturias. Aún me parece estar viéndole hace cincuenta años pasear por el parque de los Alamos de Oviedo cuando era cura, dando sabios consejos a incipientes periodistas de La Nueva España como fueron Graciano Garcia, Juan de Lillo, Nacho Artime, Diego Carcedo, etc. Gregorio Morán, mucho más joven, es un aguerrido colega nacido en Oviedo pero que pronto levantó vuelo en busca de nuevos horizontes. Escribe cada domingo un jugoso artículo en La Vanguardia y no se corta un pelo a la hora de hablar o de escribir sobre esta España irredenta que nos está tocando vivir. Su familia tenía una tienda de coloniales en la esquina de la calle Covadonga con Palacio Valdés a la que en aquellos años de la post guerra acudía mi madre, vivíamos en la vecina calle de San Bernabé, a comprar garbanzos, aceite o lo que fuera, casi siempre fiada por la familia Morán. Sin haberle tratado mucho de ahí parte mi afecto y admiración por Gregorio Morán del que me consta cada vez que ve a un amigo común se interesa por mi persona.

El caso es que esta censura me recuerda a otra ocurrida hace ya 30 años cuando El Corte Inglés censuró comprando toda la edición del libro que había escrito el periodista asturiano Javier Cuartas sobre la saga familiar de los Fernández y de los Areces. La solución fue la misma que ahora tendrá el libro de Gregorio Morán, cambiar de editorial y no aceptar recorte alguno en el manuscrito original. Seguro que agotará varias ediciones.

Mi buen amigo el jefe de la Policía Local de Grado, José Cuevas Yáñez, me informa que la editorial italiana “Pragmata” le acaba de publicar, a él y a otros cinco autores, un libro de relatos titulado “A través del tiempo en busca del Santo Grial”. José Cuevas ha escrito tres de los cuentos que componen la obra. Están ambientados en la actualidad y se sustentan en la leyenda artúrica. El libro se vende a cinco euros que van destinados a Cáritas Española. Y es que en la villa moscona no todo van a ser echar multas por mal aparcamiento.



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