Los amigos de Julio "El churrero"

Hay que poner la vista al año 2000 cuando un grupo de amigos deciden reunirse para que al menos una vez al año, puedan converger en su pueblo natal: Moreda de Aller.

El motivo primordial que perdure la amistad fraguada a lo largo de su infancia/juventud y que los avatares de la vida los hizo dispersarse a lo largo de la geografía española. Hoy, la media ronda los sesenta años, pero su espíritu se mantiene igual que cuando tenían el pelo más ye-ye.

Lo pude comprobar in situ - ayer, para el lector - en dónde compartí mantel con todos ellos en la "Churrería de Julio" - el alma aglutinador de este evento anual- él mismo, me comentó, que los dos primeros años la comida se llevó a cabo en el "Rte. Teyka". Ahora, es su casa dónde se citan.

Julio, aterrizó con tanto solo 15 años, fue un fichaje del empresario Alberto que se lo trajo para su cafetería "La Dely", de la emblemática casa de comidas "El Besugo" (León) ya instalado en Moreda, debido a su procedencia, cariñosamente se le empezó a llamar: Julio, "el cazurro".

La comida es la escusa perfecta para retroceder en el tiempo, se comentan "batallas" algunas de tanto recordarlas, se dan por vividas. Este año éramos "22" los amigos que nos concentramos y dimos buena cuenta a las viandas que desfilaron sobre la mesa: ensalada de bonito, fuentes repletas de embutidos, bacalao en salsa, pollo en su jugo y tarta.

Después de los cafés, "barra libre". Todas la botellas eran grandes reservas, y con los "cuba libre" llegaron las anécdotas. Partidos de fútbol de los años de la "pera" y algunas partidas de bolos nos llevaron hasta Brasil - estaba entre nosotros el Campeón del Mundo" varias veces, "Chiruca", que nos enseño hasta un carné de fútbol del Santos, equipo del mítico Pelé.

De las paredes del bar, cuelgan las fotos de los años anteriores, que se sacan en la escalera que une la carretera de "Franco" hoy, "Constitución" con la "José Antonio" hoy, de la "Estación".

Me gustaría plasmar aquí el nombre de cada uno, pero además de largo para éste articulo, se me iba quedar alguno en el tintero. Este año, al igual que se hiciera en su día con la viuda de Montes, se le entregó una placa a la esposa de Abella, que nos dejó hace unos meses.

Ya en Oviedo, escribo esta crónica. Se me olvidaba, el último sábado del mes de noviembre, es la fecha dónde renuevan/sellan su leal amistad. Como decían, los exiliados cubanos en Miami: "El próximo turrón, viejo...en la Habana". El próximo, mes de "payares" nos vemos amigos, en... Moreda de Aller.

 

 



Dejar un comentario

captcha