Javier Fernández, el elegido

Por fin la llave de Unión Progreso y Democracia ha girado a la izquierda y ayer tarde su único diputado asturiano Ignacio Prendes y la lideresa nacional Rosa Díez -tan elegante como en anteriores viajes a Oviedo- confirmaba que se había llegado a un acuerdo con el PSOE y, por tanto, darán su voto al mierense ingeniero de minas, funcionario de la dirección regional de minería, Javier Fernández, sesentón, con un aire a lo veterano galán de Hollywood, otrora diputado en el Congreso y en la actualidad diputado regional y senador. Tiene ante sí una difícil misión pero es un político avezado, con la cabeza bien amueblada, conoce al dedillo la problemática asturiana, y es persona de absoluta confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba y también de otros importantes personajes de la FSA como José Angel Fernández Villa, por citar. Deberá rápidamente de poner de nuevo la administración autonómica en funcionamiento con el apoyo de su principal socio, Izquierda Unida, que entrará en el nuevo gobierno asturiano a dirigir dos o tres consejerías además de convertirse su coordinador asturiano Jesús Iglesias en senador, puesto que le cede el propio Javier Fernández.

En la rueda de esta tarde ofrecida -se agradece que hayan admitido preguntas, no como otros- por Ignacio Prendes y Rosa Díez lo que quedó claro es que por parte de este nuevo y pequeño partido -18.736 votos en las últimas elecciones autonómicas- se quiere dar una estabilidad de gobierno a Asturias, alejando el peligro de intervención anunciado por Cristobal Montoro. Aunque el documento que recoge el acuerdo entre UPyD y PSOE aún no se ha hecho público está claro que es como si lo firmasen David (UPyD) y Goliat (PSOE), poniendo desde ya muy en duda que los deseos de Ignacio Prendes y Rosa Díez puedan concretarse en estos próximos tres años. Solamente destaca la comisión para investigar el caso Marea y así todo está por ver si se logra en el parlamento asturiano el apoyo necesario.

Esta es una batalla que no ha ganado la izquierda sino que, una vez más, ha perdido la derecha asturiana. Estaba claro que Francisco Alvarez-Cascos no iba a convertirse en un hijo pródigo echándose en los brazos de su antiguo partido y viceversa. En una jugada de largo alcance creo que tanto Mariano Rajoy, como Dolores de Cospedal como Mercedes Fernández, piensan que así, sin prisa pero sin pausa, harán caer a su antiguo compañero y disolver Foro Asturias. No estoy yo tan seguro. Mis noticias de hace unos días son de que el todavía presidente del Principado piensa ejercer la oposición en la Junta General e integrarse también en el senado cogiendo el puesto que ahora tiene uno de sus principales colaboradores, Isidro Martínez Oblanca. Es lógico que hoy por la mañana, a medida que se iba conociendo la noticia del acuerdo PSOE/UPyD, un viento gélido entró por los despachos de la administración autonómica, algunos de cuyos responsables comenzaron a recoger papeles. Por ejemplo, el viceconsejero de Fomento Juan Vega -que raro que no haya retransmitido a través de internet la rueda de prensa de los responsables de UPyD- tenía citado a media mañana a un alto ejecutivo de una importante empresa asturiana -éste había solicitado audiencia hace seis meses nada menos- y sobre las 10,30 horas el empresario recibió una llamada del vice consejero suspendiendo la reunión. Lógico. Ya para qué

Pero volviendo al tema de la situación de Asturias uno de los puntos pactados por UPyD y PSOE es el firme compromiso de acatar la ley presupuestaria y sus ajustes por lo que el ministro de Hacienda no tendrá que tirarnos de las orejas mañana en la reunión que mantendrá en Madrid con los representantes de las autonomías. Ahora que se han vuelto boca arriba las cartas de la mano final de este insólito póquer político queda por el momento la duda si Mercedes Fernández se presentará como candidata el próximo día 22 aunque sea solo para lanzar un discurso -dardos envenenados, supongo- en el que sin duda su antiguo compañero en el PP Francisco Alvarez-Cascos no saldrá bien parado. El presidente de Asturias in pectore, Javier Fernández, deberá también lidiar con una Administración del Estado encabezada por Mariano Rajoy que le será poco proclive aunque siempre le quedará hacer piña con su compañero Griñan, presidente de Andalucía y del mismo palo político. Por fin la niebla del Cantábrico empieza a disiparse pero los faros deberán continuar alumbrando que los peligrosos arrecifes siguen ahí.



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