Está todo el pescado vendido

Nada, Avila, no hay nada que hacer; entre Francisco Alvarez-Cascos y Mercedes Fernández, contra lo que se pensaba, tampoco hay feeling” me comentaba este mediodía un alto cargo del Partido Popular mientras veíamos a través del televisor como el ex oviedista Perona metía al Real Oviedo su tercer gol de penalty. Y es verdad. Creo que a la vista de los acontecimientos todo el pescado está vendido y dentro de veinticinco días el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, el diputado de más edad de la nueva Junta General del Principado, Javier Fernández, será el nuevo jefe del Ejecutivo en Asturias. Y es que solo hay que verles las caras cuando se encuentran Francisco Alvarez-Cascos y Mercedes Fernández, vinagre puro, como pasaba antes con Isabel Pérez-Espinosa, vamos, que no se pueden ver. La dedocrática presidenta del PP asturiano debe tener órdenes muy concretas de Génova para que Alvarez-Cascos no reciba agua ni del grifo a la espera de ahogarlo definitivamente cuando tenga que pasar a la oposición. En el fondo a Mariano Rajoy no le preocupa que Asturias quede de nuevo en manos de la izquierda siempre que con ello laminen a Foro Asturias. Como esto va a pasar ¿Que papel desempeñará Francisco Alvarez-Cascos en el futuro?. ¿Seguirá luchando desde la oposición?. ¿Se irá para Madrid?. ¿Se acercará a su antiguo partido para al final volver al redil?. Quien lo sabe. El general presidente en funciones es imprevisible. Después del espectáculo que viene dando la derecha en nuestra región está claro que tendrá que gobernar la fuerza más votada y me cuentan que a estas alturas de la película Rosa Díez está convencida de ello aunque no le haga gracia alguna que Izquierda Unida pase a formar parte del gobierno asturiano.

Para la nueva administración Javier Fernández, en total sintonía hoy por hoy con Izquierda Unida, echará mano de sus más fieles colaboradores, de ahí que no pierdan de vista a Jesús Gutiérrez, Adriana Lastra, Santiago Martínez Arguelles, concejal del ayuntamiento de Gijón y cuñado de Pedro Sanjurjo, María Luisa Carcedo, etc. quedando como punta de lanza en el parlamento regional Fernando Lastra. El coordinador regional de IU y diputado Jesús Iglesias será senador, puesto que le cede Javier Fernández, mientras es más que probable que además de Noemi Martín el también diputado Angel González y el concejal del ayuntamiento de Oviedo Alejandro Suárez se hagan cargo de una consejería.

A la derecha asturiana, profundamente desunida, le quedará una vez más el derecho al pataleo con una Mercedes Fernández frustrada por no llegar a presidir el Principado y haber renunciado a su escaño en el Congreso de la nación. La tarea en esta novena legislatura, que solo tendrá tres años y unos últimos presupuestos -los de Vicente Alvarez Areces- prorrogados puesto que ya no queda tiempo para presentar unos nuevos para 1o12, no será fácil para el ingeniero de minas mierense cuya leyenda urbana siempre le señala como apático a la hora de coger responsabilidades de gobierno a nivel regional. Para Asturias no será tampoco una etapa fácil puesto que a la que está cayendo habrá que añadir la escasa sensibilidad con que el gobierno de la nación nos mirará para atender nuestras necesidades. Supongo que Mariano Rajoy nos aplicará lo de al enemigo, ni agua; menos mal que el Principado no es de las comunidades en riesgo de ser intervenida por la Administración central que si ello ocurriese quien vería su papel tremendamente revalorizado sería el actual delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo.

En definitiva, a Francisco Alvarez-Cascos la disolución del parlamento asturiano no le ha salido bien. Vaya mirada asesina que el viernes echó desde su sillón a Mercedes Fernández cuando ésta al manifestar que no presentaba candidatura a la presidencia de la Junta apostillo “se la hemos ofrecido a Foro y ni caso“. ¿Por qué no les ofrece también la presidencia del Principado?. Vuelvo a repetir lo que me dijo José Luis Magro, uno de los ideólogos de Foro Asturias, en palacio del parlamento regional: “No hay forma (por los del PP), nos odian”. Pues así nos luce el pelo. Y Javier Fernández lo tiene abundante lo que haría sin duda alguna las delicias a la tijera del psicoesteta Ramiro Fernández.



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