Dale color al difunto

Los empresarios se quedaron compuestos y sin ministra, que la niebla en Ranón impidió  que la vice presidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría pudiera estar esta mañana en Oviedo. Lo siento por ella, no tanto por la reunión que tenía prevista junto a Cherines en el auditorio con empresarios asturianos para explicarles cómo y cuando van a cobrar lo que tienen pendientes de las administraciones públicas, si no por el paseo previsto por El Fontán en un día tan primaveral como es éste y en donde, seguro, la Carmen Manjón de turno le hubiera entregado un ejemplar de la publicación crítica de Foro Asturias “El hormiguero”.

Que Asturias está dejada de la mano de Dios no es novedad alguna. El aeropuerto, de nuevo con cancelaciones de vuelos por la niebla. ¿Pero no se había solucionado?. ¿Como se las arreglarán en Groenlandia?. Mientras Javier Fernández y Francisco Alvarez-Cascos continúan con su campaña a pie de obra, esto es, visitando los concejos, Mercedes Fernández, en su condición de candidata a la presidencia del Principado y diputada nacional, pisa moqueta en los despachos de los ministros acompañada de altos ejecutivos de multinacionales que quieren rebajas en el recibo de la energía mientras a los españolitos de a pie nos amenazan con nuevas subidas de la luz. Foto con José Manuel Soria, ministro de Industria, que huye de pronunciarse sobre los fondos mineros como de José Angel Fernández Villa. ¿Por qué, señor ministro, no se da un garbeo por nuestra tierra y baja a un pozo minero?. Disfrazado de picador daría mucho mejor, con ese porte tiene, que cuando imitó en unos carnavales en su tierra, Canarias, a Elvis Presley. En todo caso El Confidencial, uno de los digitales mejor informados de este país y que desde hace unas fechas cuenta con Vicente Bernaldo de Quirós como corresponsal en Asturias -otra chincheta en el zapato de Francisco Alvarez-Cascos-, dice hoy que el actual director de diversificación y energía de HUNOSA, Javier Sopeña Velasco, cobró la “pensión del Senado” durante los últimos cuatro años. Eran 1.896,24 euros, más la correspondiente cotización a al seguridad Social, al mes como ayuda económica -único caso en estos momentos de la Cámara alta- en concepto de”carencia de ingresos o de patrimonio suficiente” . Lógicamente desde el pasado mes, al ser fichado por su compañera política y buena amiga Maria Teresa Mallada para alto cargo de HUNOSA, ha renunciado ya esa ayuda. Javier Sopeña no lo estaba pasando bien en los últimos tiempos. Un desafortunado encontronazo con un empresario del occidente asturiano hace unos años, que grabó unas conversaciones sobre un hipotético tráfico de influencias, le dejó tocado, siendo poco menos que apartado pimero del grupo de confianza de Gabino de Lorenzo en el ayuntamiento de Oviedo y luego eliminando de la lista de candidatos a concejal. A mi me cae bien por lo que me alegro que ya sesentón tenga esta nueva oportunidad profesional al rebufo de su militancia política. En una sociedad madura no pasarían tales cosas, pero España es diferente, así que cuando hay cambio de color político en las administraciones y empresas públicas los colegas de partido se apoyan unos a otros, laminando a los contrarios. Es ley en la política en este país. Quítate tu, que no eres de los míos, para poner los míos.

Precisamente uno de los ejecutivos más veteranos, que no viejo, de HUNOSA, es el economista Gregorio Rabanal, hasta ahora director financiero de la compañía desde los tiempos en que Eduardo Abellán era presidente allá por 1992. Con la llegada de la ingeniera Mallada a la presidencia ha pasado a ser ahora director de la empresa filial SADIM Inversiones, clave si HUNOSA quiere continuar con una cierta política de diversificación en las cuencas que buena falta les hace. Suerte pues.

¿Que tramarían ayer a mediodía en “Trascorrales”, restaurante ahora regentado por la hija de Fernando Martín, el delegado de la Sociedad General de Autores Javier Vidal y el autor mierense Víctor Manuel San José?. Estarían comentando, supongo, el cabreo generalizado de la hostelería asturiana con las tarifas que aplica la Sociedad de Autores por uso de la televisión. El nieto del abuelo picador no pierde contacto con su tierra a la que viene en cuanto puede. Y ello me alegra que Víctor Manuel jamás renunció a sus raíces aunque ahora sus relaciones con la Administración autonómica no sean tan fluidas como cuando Vicente Alvarez Areces estaba al frente del negocio regional. Lástima de aquel proyecto fallido que Víctor Manuel, Cueto Alas, Chus Quirós y otros más, la factoría cultura, que estuvieron a punto de construir en la antigua fábrica refractaria de Guisasola en Lugones. Hubiera dado color al difunto y ese difunto… ¿No es Asturias?. Puede.

 



Dejar un comentario

captcha