La mítica Maratón de Nueva York, premio Príncipe de los Deportes

La mítica Maratón de Nueva York, premio Príncipe de los Deportes
El Maratón de Nueva York ha sido galardonado con el Premio Príncipe de 
Asturias de los Deportes 2014, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado
encargado de su concesión.

El Jurado de este Premio –convocado por la Fundación Príncipe de Asturias–
estuvo presidido por Josep Lluis Vilaseca i Guasch e integrado por Jesús
Álvarez Cervantes, Alejandro Blanco Bravo, Emilio Butragueño Santos, Óscar
Campillo Madrigal, Miguel Carballeda Piñeiro, Marisol Casado Estupiñán,
Josep María Casanovas i Punti, Joaquín Folch-Rusiñol Corachán, César
González Antón, Gemma Mengual Civil, Javier Muñoz Gallego, Santiago Nolla
Zayas, Juan Antonio Paredero Moreno, María Rodríguez Escario, Eduardo
Roldán Oses, Amaya Valdemoro Madariaga, Emilio de Villota Ruiz, Theresa
Zabell Lucas y Julián Redondo Pérez (secretario)

Esta candidatura ha sido propuesta por Bernardo Hernández González, miembro
del Jurado del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica
2014.

El Maratón de Nueva York es la carrera más popular de las que se celebran
anualmente en el mundo de este tipo (42,195 kilómetros). Tradicionalmente
tiene lugar el primer domingo de noviembre. Fundado en 1970 por Fred Lebow
(1932-1994) y organizado por New York Road Runners, asociación de la que
era presidente, en su primera edición contó con una modesta participación de
127 corredores, que pagaron 1 dólar de inscripción. Sólo 55 cruzaron la meta
después de completar un recorrido que consistía en dar varias vueltas al Park
Drive de Central Park, en la isla de Manhattan. Seis años después, Lebow
decidió rediseñar la trayectoria de la carrera para que discurriera por los cinco
distritos de la ciudad, desde Staten Island a Manhattan, pasando por Brooklyn,
Queens y el Bronx. Logró elevar la participación a 2.090 atletas, entre ellos el
bicampeón olímpico de Maratón Frank Shorter, y captar la atención de los
medios de comunicación y de los vecinos, que se concentraron a lo largo de todo
el recorrido para animar a los corredores. Desde entonces, el Maratón
neoyorquino –integrado en el World Marathon Major con los de Boston,
Chicago, Tokio, Berlín y Londres– ha crecido incesantemente, convirtiéndose en
un evento atlético de repercusión internacional en el que actualmente más de
50.000 participantes, entre profesionales y aficionados, cruzan la línea de meta.

Con su itinerario a través de toda la ciudad, el Maratón de Nueva York se
convirtió en un evento que al aglutinar deporte, espíritu ciudadano y repercusión
mediática empezó a resultar atractivo para algunos de los mejores especialistas
del mundo en esta distancia. En 1978 se superaron, por primera vez, los 9.000
participantes en la carrera, en la que, además, la noruega Grete Waitz estableció
un nuevo récord del mundo al completar la distancia en 2 horas 32 minutos y 30
segundos. Waitz, además, es la atleta con más victorias en la historia de esta
prueba, con un total de nueve. En los años 90, empiezan a destacar los atletas
africanos y, en 1994, la keniata Tegla Loroupe demostró con su primera victoria
en categoría femenina que las corredoras africanas estaban al nivel de los
hombres, lo que les abrió las puertas para que las invitaran a participar en otras
carreras internacionales de larga distancia. En el año 2000, la organización
incluyó una categoría oficial para corredores en silla de ruedas, que con el
tiempo también se ha convertido en la prueba más competitiva del panorama
internacional en esta distancia y en la que también participan atletas con
bicicletas de manos y otro tipo de discapacidades.

El crecimiento del Maratón de Nueva York ha propiciado que, actualmente, la
participación popular se logre a través de un sistema de sorteo entre los que se
inscriben. En 2013 finalizaron la prueba más de 50.000 corredores, convirtiendo
este Maratón en el más multitudinario del mundo. Además, la celebración de la
carrera está acompañada de una semana de actos y exposiciones destinadas a
corredores, acompañantes y familiares. Para ello, la organización moviliza a más
de 9.000 voluntarios que trabajan durante las actividades previas al Maratón y el
mismo día de la prueba, situándose a lo largo de un recorrido que concentra a
más de dos millones de espectadores. La única cancelación en la historia del
Maratón de Nueva York se produjo en 2012, a causa del huracán Sandy, aunque
miles de personas se concentraron para correr en Central Park, reforzando así el
simbolismo de esta prueba. La próxima edición, que en 2013 ganaron los
keniatas Geoffrey Mutai y Priscah Jeptoo, tendrá lugar el 2 de noviembre de este
año.
Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los Estatutos de la
Fundación, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y
humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de
instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio
Príncipe de Asturias de los Deportes se concederá a quien “además de la
ejemplaridad de su trayectoria, haya contribuido con su esfuerzo, de manera
extraordinaria, al perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión del deporte”.
En esta edición concurrían un total de 22 candidaturas procedentes de
Andorra, Eslovenia, Bélgica, Egipto, Estados Unidos, Filipinas, Japón,
Líbano, Noruega, Portugal, Reino Unido, Ucrania y España.

Este ha sido el séptimo de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se
conceden este año, en que cumplen su trigésimo cuarta edición. Anteriormente
fueron otorgados los Premios Príncipe de Asturias de las Artes, al arquitecto
estadounidense Frank O. Gehry; de Ciencias Sociales, al historiador francés
Joseph Pérez; de Comunicación y Humanidades, al humorista gráfico argentino
español Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino; de Investigación Científica y
Técnica, a los químicos Avelino Corma Canós (España), Mark E. Davis
(Estados Unidos) y Galen D. Stucky (Estados Unidos), de las Letras, al escritor
irlandés John Banville; y de Cooperación Internacional, al Programa Fulbright
de intercambio educativo y cultural. El Premio Príncipe de Asturias de la
Concordia se fallará el 3 de septiembre.

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en
1981, está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del
galardón−, la cantidad en metálico de 50.000 euros, un diploma y una insignia.
Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto
presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

 

 

Foto: 2005 New York City MarathonFlickr images reviewed by FlickreviewRVerrazano-Narrows Bridge


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