El PP de Llanes exige la dimisión de la alcaldesa por su "enésima ilegalidad urbanística"

El PP de Llanes exige la dimisión de la alcaldesa por su "enésima ilegalidad urbanística"

El portavoz municipal del PP, Juan Duyos, afirma que los llaniscos no pueden seguir soportando la inseguridad jurídica en materia de urbanismo provocada por el PSOE desde hace demasiados años

 

Una resolución del Principado constata que el Ayuntamiento no debería haber concedido la licencia para la construcción de un hotel en Barro

 

 

Llanes.- El Partido Popular de Llanes reclama la dimisión de la alcaldesa socialista del concejo, Dolores Campillo, por la enésima ilegalidad urbanística cometida en el municipio, en este caso por haber concedido una licencia para construir un hotel en la localidad de Barro que el propio Gobierno regional considera que constituye una infracción grave y es nula de pleno derecho.

         El portavoz municipal del PP, Juan Duyos, destaca que la resolución de la Dirección General de Ordenación del Territorio y Urbanismo “apunta directamente a la alcaldesa de Llanes, a quien se le dice de forma tajante que no debería haber dado la licencia concedida en marzo de 2013 por los incumplimientos en los que incurre”.

         Duyos afirma que los llaniscos “no pueden seguir soportando la inseguridad jurídica en materia de urbanismo que se arrastra desde hace demasiados años, desde que el PSOE gobierna el concejo”.

        

“No se puede continuar indefinidamente de esta forma año tras año, planeamiento tras planeamiento urbanístico, condena tras condena, varapalo tras varapalo”, subraya el concejal del PP.

         Juan Duyos afirma que la alcaldesa socialista de Llanes “tiene que dimitir ya antes de recurrir a los tribunales y de intentar explicar lo inexplicable; no puede continuar rigiendo el Ayuntamiento con esa trayectoria digna de estudio”.

         La resolución del director general de Ordenación del Territorio y Urbanismo ordena al Ayuntamiento que paralice inmediatamente las obras del hotel de Barro, y da la razón a los vecinos que recurrieron la licencia al rechazar, punto por punto, todos los argumentos en los que la Corporación llanisca basó la concesión del permiso.

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