El escritorJim Allen llevará a cabo a finales de este año la que será su novena expedición, guiado por las pistas que dejó Platón

Por Ana Rodríguez/AM.-La búsqueda de la Atlántida ha constituido, y continúa siendo, un enorme desafío.  Este famoso mito tiene sus orígenes en los antiguos escritos de Platón, concretamente en los diálogos de Timeo y Critias. De una forma diferente a la habitual Platón cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar). Este filósofo se inspiró en las teorías del sabio griego Solón, que 200 años antes aseguraba haber oído rumores en Egipto de que una isla había sido destruida al oeste, como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en el mar en tan solo unas horas, haciéndola desaparecer para siempre del mundo.

Aparentemente podría parecer una leyenda más de la Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia nos han demostrado que esto no es así puesto que en numerosas culturas existen mitos similares al descrito por Platón. Este hecho nos hace pensar que existen ciertos componentes reales a lo largo de la historia.  A pesar de que la mayoría de las hipótesis hayan sido desestimadas por falta de pruebas, se admite la posibilidad de que el mito haya sido inspirado en un fondo de realidad histórica vinculado a alguna catástrofe natural, como podría ser una inundación, un gran terremoto o una erupción volcánica.

La imagen romántica de una isla idílica tragada por el mar, ha significado que su ubicación haya sido buscada desde la época de Platón. Aunque nadie está seguro si realmente existió, son muchos  los investigadores que la han buscado a lo largo de la historia, una idea no del todo descabellada, pues al fin y al cabo también la Troya de Homero se creía producto de la fantasía, hasta que el arqueólogo Heinrich Schliemann la descubrió en 1903.

Las teorías sobre su localización son innumerables. Jim Allen, investigador y escritor, cree haber resuelto este enigma. Según las descripciones del filósofo griego Platón sobre la Atlántida, todas las investigaciones realizadas por este famoso fotógrafo, aseguran que la famosa civilización perdida se encuentra en Suramérica; en concreto, en territorio boliviano y peruano, cercano al Lago Titicaca.  Todas las descripciones encajan de manera perfecta y numerosos estudios arqueológicos muestran ruinas históricas de lo que podría ser la ciudad con anillos concéntricos de la que hablaba Solón en sus escritos. Además ha descifrado un posible "calendario Inca" en las ruinas de Tiahunaku partiendo de la base de que la mera estructura y construcción de dichas ruinas era un completo calendario solar.

Para confirmar estas hipótesis, Jim Allen llevará a cabo a finales de este año la que será su novena expedición. Para ello, ha diseñado junto a su equipo de trabajo, una lista de doce posibles sitios  situados entre Perú y Bolivia. La mayoría de los lugares que han decidido investigar se encuentran a más de 4000 metros de altura y su estructura se basa en unos anillos concéntricos que coinciden con las descripciones de la leyenda de Platón.

Su principal punto de interés se trata de una construcción  situada en una isla del Rio Desaguadero al oeste de Tiawanaku. El equipo de Jim Allen cree que en esta isla se encuentra un templo similar al de Kalasasaya en Tiahuanaku, con la diferencia de que Tiawanaku ha sido reconstruido y dado a conocer y este no. Han sido varias las pruebas que han hecho que  este famoso fotógrafo descubra los enigmas que esconden estas ruinas; su posición, forma y medidas son similares a las indicaciones que en su tiempo fueron ocultadas en los antiguos archivos de indias.

La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida; y es que según la mayoría de  geólogos y geógrafos, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por ello, en esta novena expedición, Jim Allen junto a su equipo luchará por convertir este mito en una historia real.  El proceso no será fácil, pero tal vez los resultados nos ayuden a entender un poco mejor el desarrollo de la civilización humana a lo largo de la historia.