Por B. SOLÍS/Gijón.-Un equipo del Hospital de Cabueñes, coordinado por la enfermera Isabel Curto, ha elaborado el primer Manual Básico de Neurología para enfermería en español. La obra cuenta con una edición inicial de 1.000 ejemplares que serán repartidos en hospitales, centros de salud, universidades y escuelas de enfermería de toda España. En el trabajo, editado por la farmacéutica Merck, han participado desinteresadamente cincuenta y cuatro profesionales del sanatorio gijonés: médicos, enfermeras, auxiliares, una trabajadora social, nutricionista, experto en salud mental, fisioterapeuta y terapeuta ocupacional.

El libro está dividido en cuatro apartados: el primero está dedicado a la anatomía, fisiología, métodos diagnósticos y exploración del paciente; el segundo se ocupa de las patologías más frecuentes: ictus, esclerosis múltiple, cefaleas, traumatismos craneoencefálicos, trastornos del sueño o la esclerosis lateral amiotrófica; el tercer apartado se  ocupa de los cuidados básicos del paciente neurológico; y, al final, se incluye un glosario con los términos más usados en neurología.

La idea de escribir este libro surgió en 2008, cuando el Hospital de Cabueñes abrió la Unidad de Ictus. “Las enfermeras nuevas tuvieron que enfrentarse con patologías con las que no estaban familiarizadas. Entonces se me ocurrió que había que poner en papel los conceptos y experiencias de los profesionales, con el fin de unificar criterios de actuación y recomendaciones para los sanitarios, adaptados al trabajo de los enfermeros”, explicó María Isabel Curto en la presentación del libro.

Aprender a cuidarse

Uno de los aspectos en que hace más hincapié el nuevo manual es en el papel de los profesionales de la enfermería en el cuidado y seguimiento de personas con enfermedades neurológicas. “En el hospital de Cabueñes hay una enfermera que, una vez a la semana, atiende a los familiares y enfermos con esclerosis múltiple, enseñándoles las técnicas básicas de procedimiento: cómo y cuándo ponerse las inyecciones, sus posibles efectos secundarios y como evitarlos y, sobre todo, la importancia de mantener el tratamiento, porque estas no son terapias que tienen un efecto inmediato, como la insulina en los diabéticos, pero si se abandonan se pierde su eficacia”, explicó la doctora Dulce María Solar, jefa de sección de Neurología del hospital gijonés y que también colabora en el libro.

Las enfermedades neurológicas crónicas inciden de forma distinta según la edad. En personas jóvenes la esclerosis múltiple es la patología con mayor prevalencia: se estima que hay 8 casos por cada 100.000 habitantes y una edad media de inicio entre los 20 y los 30 años, con mayor prevalencia en mujeres que en hombres. Los mayores se ven afectados, principalmente, por el deterioro motor y mental: el párkinson y el alzheimer. Pero todos ellos experimentan una gran inquietud por conocer la evolución de su problema. En este sentido Begoña Calleja, enfermera del servicio de Neurología de Cabueñes, considera que una buena relación con los profesionales sanitarios es básica para disfrutar de mejor calidad de vida: “muchas de estas patologías producen incapacidad, y son los familiares y los cuidadores los que asumen los cuidados en su evolución. Aquí nuestro papel es muy importante: informando sobre la enfermedad, intentando que la familia se integre en los cuidados en las diferentes fases, y poniéndoles en contacto con otros profesionales –fisioterapeutas, logopedas y trabajadores sociales- para que les informen y les ayuden a reintegrarse en su vida diaria”.