Miguelón ya fabricaba lanzas con empuñadura hace 500.000 años

Miguelón ya fabricaba lanzas con empuñadura hace 500.000 años

Los humanos primitivos ataban puntas de piedra a mangos de madera para confeccionar lanzas y cuchillos 200.000 años antes de lo que se pensaba. Según un estudio publicado en la revista Science, el ancestro común de neandertales y Homo sapiens –el Homo heidelbergensis– ya empleaba esta técnica.


La empuñadura fue un avance tecnológico clave que hizo posible manejar o lanzar puntas afiladas con mucha más certeza. Tanto los neandertales como los Homo sapiens primitivos crearon puntas de lanza empuñadas, y la evidencia de esta tecnología se hizo común a partir de hace entre 200.000 y 300.000 años.

“Fue una mejora muy significativa en la tecnología de nuestros ancestros humanos. Una herramienta con empuñadura requiere múltiples materiales –piedra, madera, etc.– unir las piezas, múltiples pasos y más tiempo para crearla que una de piedra o una lanza de madera simplemente afilada”, explica a SINC Jayne Wilkins, autora principal del estudio de la Universidad de Toronto (Canadá).

Wilkins y su equipo presentan esta semana en la revista Science evidencias de que las puntas de piedra halladas en el yacimiento arqueológico de Kathu Pan 1 (Sudáfrica) fueron atadas para constituir lanzas hace aproximadamente 500.000 años.

 

Los científicos reprodujeron la acción de estas herramientas mediante réplicas lanzándolas a cadáveres de gacelas

“Estas puntas de lanza estaban unidas a largas astas de madera y se utilizaron para cazar animales. Para determinarlo nos fijamos en el desgaste y los patrones de rotura de los bordes de las herramientas. Cuando se utilizan como armas hay una alta concentración de daños en la punta y menos en los bordes”, asegura la investigadora.

Los autores reprodujeron de forma experimental, mediante réplicas de estas puntas, la acción de estas herramientas atándolas a tacos de madera y después lanzándolas a cadáveres de gacelas. Las puntas respondieron bien y penetraron en el blanco adecuadamente.

“Adjuntar una punta de piedra hasta el final de la lanza añade esencialmente una cuchilla afilada en la punta. Esta cuchilla causará más daño interno y sangrado, por lo que es más fácil para derribar grandes presas y aumenta la probabilidad de éxito en la caza”, añade.

 

Miguelón, un pionero

Dado que las puntas provienen de capas de sedimento que datan de hace 500.000 años, parece que el ancestro común de neandertales y Homo sapiens, el Homo heidelbergensis –especie a la que pertenece ‘Miguelón’, el famoso cráneo 5 hallado en la Sima de los Huesos (Atapuerca)–, fue el primero en desarrollar la tecnología de empuñadura. 

La taxonomía y filogenia de los antepasados ??humanos que vivieron durante el Pleistoceno aún no se ha establecido firmemente, pero la edad de las puntas encontradas en Sudáfrica son coetáneas a los fósiles atribuidos al género Homo heidelbergensis, de hace entre 600 a 400.000 años.

Antes de unir herramientas de piedra a los extremos de las lanzas, los humanos usaban lanzas afiladas de madera como las que se encontraron de hace 400 mil años en el yacimiento de Schoningen (Alemania).

 

Los estudios genéticos han situado al último ancestro común de los humanos y los neandertales en este período. “Basándonos en esta datación, sabemos que los instrumentos hallados en este yacimiento fueron fabricados por un ancestro humano que precede o está muy cerca de la divergencia humano-neandertal, y que esta especie, presumiblemente Homo heidelbergensis, fue la primera en hacer lanzas con punta de piedra”, concluye la investigadora.

 

Punta de flechas en Kathu Pan 1 (Sudáfrica). Imagen: Jayne Wilkins.

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