Murió Rubén Calderón Bouchet, reconocido filósofo de la UNCuyo

Murió Rubén Calderón Bouchet, reconocido filósofo de la UNCuyo

Mendoza, Argentina. A los 94 años de edad ha fallecido el Excmo. Sr. D. Rubén Calderón Bouchet, nombre sobradamente conocido de los seguidores de FARO.

Profesor de la Universidad Nacional de Cuyo, miembro del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, Presidente honorario de la Hermandad Tradicionalista Carlos VII, S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón --a quien don Rubén había recibido en su casa mendocina de la calle de Salta-- lo hizo en 2006 caballero de la Orden de la Legitimidad Proscrita.

En la revista Verbo nº 461-462 (Madrid, enero-febrero 2008), Miguel Ayuso publicaba un artículo dedicado al ilustre filósofo mendocino con ocasión de su nonagésimo cumpleaños: "Don Rubén Calderón, tradicionalista hispánico", que aquí se enlaza para permitir su lectura completa. En la coda del mismo, el profesor Ayuso resume "la cualidad de don Rubén Calderón Bouchet como tradicionalista hispánico":

Tras el esbozo de lo que puede entenderse por tal, de la mano de Elías de Tejada, hemos repasado los trazos centrales de su obra y su carácter, y hemos encontrado, en primer lugar, un catolicismo acendrado y no complaciente con el mundo, tanto que le ha conducido incluso a situaciones disciplinares anómalas, lo que no quiere decir que injustificadas. En este mundo sin magisterio –me dijo en nuestra conversación de la Alameda mendocina– todos estamos a la intemperie. O a oscuras, como desgarradamente señaló Péguy, y yo le recordé: "Quand il y a une éclipse tout le monde est à l'ombre" (39). Por eso no ha hecho nunca bandera de sus posiciones espirituales, tan firmes, tan sostenidas. Ni ha roto con nadie por causa de ellas. Hemos hallado, a continuación, un culto a la patria, piadoso, de naturaleza afectivo-existencial, que abraza su Argentina querida con la "patria grande" de la Hispanidad. Y distante del nacionalismo, de esencia jacobina, que concibe las naciones como "protorrealidades" metafísicas, de naturaleza teórica y carácter absoluto (40). Por eso puede amar la historia de España, de las Españas, y comprender la naturaleza del "fuero". Como también hemos visto. Finalmente hemos contemplado su adhesión a la monarquía tradicional y su fuerza restauradora.

Pero don Rubén es un tradicionalista hispano no sólo por su pensamiento sino por sus obras. Por su señorío natural, tan criollo y popular. Por su despego del poder y los poderosos. Por su acogida de tantas buenas causas y, entre ellas, la Causa de la Tradición hispánica, el Carlismo. Un Carlismo cuyo potencial resulta tan virgen, inédito y expectante para la orilla occidental como para la oriental de nuestra común nación (41).

En la segunda parte de La vuelta de Martín Fierro encontramos unos versos bien conocidos: "Dios hizo al blanco y al negro/ Sin declarar los mejores/ Les mandó iguales dolores/ Bajo de una mesma cruz/ Mas también hizo la luz/ Pa distinguir los colores". Tan conocidos que pueden quizá resultar en la Argentina banales. Pero no he podido sustraerme a ellos al redactar unas páginas. Porque, en el Martín Fierro veo a don Rubén. Y porque sin hacer de menos a nadie, la tarea de discernimiento siempre es necesaria.

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(39) Cfr. Jean Madiran, Quand il y a une éclipse tout le monde est à l'ombre, Maule,
1990.
(40) Rafael Gambra, Tradición o mimetismo, Madrid, 1976.
(41) Miguel Ayuso, Carlismo para hispanoamericanos, Buenos Aires, 2007.



Otro buen acercamiento al pensamiento de Rubén Calderón Bouchet, complementario del anterior, se hallará en el artículo de Juan Fernando Segovia "La luz que vino del norte", en Anales de la Fundación Francisco Elías de Tejada, XIV, Madrid 2008; en este número de la revista aparece también el artículo "La orilla del Miriñay", del propio profesor Calderón.

No le ha faltado el reconocimiento local, como muestra el obituario que ha publicado la edición electrónica del periódico Los Andes:

Murió Rubén Calderón Bouchet, reconocido filósofo de la UNCuyo

Tenía 94 años. A lo largo de su vida tuvo dos grandes intereses, la Filosofía Medieval y la Filosofía de la Historia. Fue profesor emérito de esa casa de altos estudios y realizó numerosas publicaciones en libros y revistas.

A los 94 años murió el ilustre filósofo de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), Rubén Calderón Bouchet. A lo largo de su vida tuvo dos grandes intereses, la Filosofía Medieval y la Filosofía de la Historia.

Nació en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires el 1º de enero de 1918. Hizo sus primeros estudios en esa ciudad y una vez terminado el bachillerato arribo a Mendoza en marzo de 1944, donde se inscribió como alumno en la Facultad de Filosofía y Letras.

Dictó clases de Filosofía en colegios secundarios y en 1976 ingresó como profesor titular de "Historia de la Filosofía Medieval" y por extensión de la cátedra de "Filosofía de la Historia" en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo.

En 1983 se lo nombró profesor emérito de la UNCuyo y estuvo a cargo de las carreras de Ética. Hasta 1994 estuvo dictando cursos de especialización y perfeccionamiento docente en el Departamento de Graduados, que en ese entonces era un posgrado.

Realizó numerosas publicaciones de libros en importantes editoriales de la Argentina y colaboró en varias revistas que sustentaban el ideario tradicionalista al que adhería.



De los numerosos libros publicados por el profesor Calderón Bouchet, se encontrará una buena selección en Ediciones Nueva Hispanidad.

Con su esposa Blanca, fallecida en 1996, formó una ejemplar familia cristiana, de la cual han salido hijos intelectualmente notables, como Dardo Juan Calderón (de su autoría véase aquí una simpática biografía de su padre, publicada por Argentinidad), Elena Calderón de Cuervo o el presbítero Álvaro Calderón.

Mañana miércoles por la mañana, D.m., se celebrará la Santa Misa de funeral por don Rubén Calderón Bouchet en la capilla del Priorato San José de Mendoza.

Requiem aeternam dona ei, Domine; et lux perpetua luceat ei.

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