Álvarez-Cascos contrapone las cuantiosas inversiones en el AVE de Galicia con la inactividad en Asturias

Álvarez-Cascos contrapone las cuantiosas inversiones en el AVE de Galicia con la inactividad en Asturias
  • “Hoy Gijón está peor comunicado, la calle Uría de Oviedo y la calle Corrida de Gijón están más alejadas ferroviariamente, y han conseguido que Gijón siga siendo una ciudad dividida y desvertebrada”

 

Gijón.-El Presidente de FORO, Francisco Álvarez-Cascos, recordó el domingo en Gijón las declaraciones de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, de que su departamento había dedicado 1.745 millones de euros al AVE gallego desde que gobierna el PP, y ha asegurado que “seguramente con una limosna del Ministerio de Fomento, en relación con los cientos de millones de euros que la Ministra dice que dedicó a Galicia en estos ocho meses, se podrían poner en servicio el Metrotrén y la Variante de Pajares”.

 

Álvarez-Cascos se expresó así en la intervención con la que ha cerrado la Jornada de Trabajo sobre el Ferrocarril que FORO ha organizado en el Museo del Ferrocarril de Gijón, en la que ofreció “algunas reflexiones que nos permitan llevar esperanza a los ciudadanos, porque para mensajes deprimentes o exhibiciones de impotencia ya tenemos a nuestros gobernantes en Madrid y en Oviedo”. Así, explicó que “la crónica y la historia del ferrocarril en Gijón y en Asturias es un buen ejemplo para definir un modelo de política. La buena política tiene que combinar imaginación y acción, es decir, ideas y proyectos con capacidad de acción para llevarlos a la práctica”.

 

Esta historia, prosiguió, “demuestra que Asturias en el siglo XIX era pionera, marcaba el rumbo”, como demuestra la puesta en marcha del ferrocarril de Langreo en 1852, que “se hizo con capital asturiano”, “fue el único ferrocarril interurbano de España en ancho internacional” y, además, “mientras los demás proyectos los desarrollaban extranjeros, en Asturias confiábamos en los nuestros, en el ingeniero José Elduayen”. “No vino nadie a marcarnos el camino. Fuimos los asturianos los que marcábamos el camino al resto de los españoles”, destacó.

 

En un salto en el tiempo, Álvarez-Cascos se remontó a 1979, cuando “la imaginación política de algunas personas en el Ayuntamiento de Gijón nos permitió plantear en nuestro programa urbanístico la integración urbana, eliminando la barrera ferroviaria. Y algunos nos empeñamos en promover este programa, frente a quienes se empeñaron en consolidar la actual estructura ferroviaria”. En los años 80, en cambio “los gobernantes de entonces daban un paso atrás en la historia ferroviaria de Asturias, transformando en ancho FEVE la línea entre Gijón y Langreo”.

 

“En el año 2000, las circunstancias de la vida nos permitieron a algunos pasar de la etapa de la imaginación a la etapa de la acción. Por eso pusimos en marcha el proyecto de Metrotrén, porque algunos siempre nos creíamos lo que hacíamos, y creíamos que el ferrocarril era el medio de transporte más moderno y más respetuoso con el medio ambiente, y por eso en el periodo 2000-2004 pasó por primera vez por delante de las carreteras en compromisos de inversión del Plan de Infraestructuras”, siguió relatando el Presidente de FORO, quien destacó que “esa apuesta ferroviaria pasaba por la integración, pero no sólo en Gijón: en Oviedo, Avilés, Langreo, Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid…”.

 

“Ese era el diseño progresista para el ferrocarril asturiano –explicó–, pero ese proyecto, que estaba en marcha, que tenía recursos y que era viable, comenzó a desandarse en 2004. El proyecto moderno y progresista para el ferrocarril asturiano que otros promovimos fue retrasado o cancelado por los socialistas en 2004. Impulsamos la integración ferroviaria, y los socialistas impusieron la desintegración”. Como consecuencia de esto, “de momento, el centro de Oviedo y el de Gijón están más lejos. Hoy Gijón está peor comunicado, la calle Uría de Oviedo y la calle Corrida de Gijón están más alejadas ferroviariamente, y han conseguido que Gijón siga siendo una ciudad dividida y desvertebrada. Quedó roto el corredor universitario, se está produciendo un despilfarro inversor y, de nuevo, Gijón y Oviedo están perdiendo una oportunidad. Pero nosotros no queremos renunciar a esa oportunidad”.

 

Por eso, afirmó, “tenemos que defender desde FORO esa política de imaginación frente a la resignación. Frente al pesimismo de ‘la única política posible’ está la política optimista del cambio. Gijón y Asturias pueden recuperar el optimismo, siempre que acertemos con la elección y que no se apueste por la decadencia y el continuismo”.

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