Lorenzino: nadie apoyó a España en G-20 ni FMI

Lorenzino: nadie apoyó a España en G-20 ni FMI
Quedó muy claro en el transcurso de las reuniones que el G-20 no es un foro para tratar temas bilaterales y muchísimo menos para debatir temas de un Estado soberano con una empresa de ese mismo país, independientemente de dónde son esos capitales, extranjeros o no, señaló el ministro de Economía de Argentina.

Hernán Lorenzino encabeza por estos días la delegación argentina que participa en Washington de la Asamblea anual del Fondo Monetario y el Banco Mundial, que fue precedida por la Cumbre de ministros de Economía y Finanzas del G–20.

Durante un alto de los diversos foros, habló con Tiempo Argentino sobre el rechazo en ambos encuentros a pronunciarse sobre YPF y la percepción sobre el futuro de la crisis económica en Europa.
 
–La cuestión YPF estuvo presente en la cumbre, en gran parte debido al lobby de los representantes españoles. ¿Cómo lo tomaron las demás delegaciones?
–Quedó muy claro en el transcurso de las reuniones que el G–20 no es un foro para tratar temas bilaterales y muchísimo menos para debatir temas de un Estado soberano con una empresa de ese mismo país, independientemente de dónde son esos capitales, extranjeros o no. Una interpretación distinta es muy rebuscada. La referencia a la que hizo mención el ministro español –se refiere al ministro de Economía Luis de Guindos– es a un lenguaje que se viene repitiendo en cada uno de los comunicados del G-20, al menos desde 2008. Entonces, interpretar que ahora se dijo algo distinto suena bastante rebuscado. No hubo ningún apoyo a esta cuestión. De hecho, las declaraciones de quien comanda hoy el G–20, que es el ministro de Finanzas de México, fueron elocuentes.

–La postura del FMI coincidió con la del G-20. ¿Lo sorprendió?
–En cada de una de las oportunidades que tuvimos en estos dos últimos días para explicar las razones de la decisión que la presidenta tomó y que está siendo analizada por el Congreso no ahorramos palabras, hicimos todo lo posible para difundir cuál era la posición de la Argentina frente a todos los interlocutores que tuvimos. En este sentido, es muy importante resaltar el apoyo que como catalizador de esta cuestión tuvo la decisión no sólo entre los argentinos sino también en el Congreso, y dentro de este no sólo de la bancada oficial sino también del acompañamiento de la oposición. Cuando los demás países ven que esta decisión de Argentina no sólo se enmarca dentro de las normas que regulan la cuestión en la Argentina, sino que además tiene legitimidad en la sociedad y que tiene legitimidad democrática en la toma de la decisión y a su vez es acompañada por todo el arco político, claramente se empieza a percibir que la cuestión tiene un fundamento muy fuerte.

–¿Esperaba una postura más dura por parte de los demás ministros de Economía que participaron de los foros del G–20, G–24 o del FMI?
–Uno tiene un rol que cumplir y en este caso nos tocó explicar una decisión de un país soberano en un marco en donde diría que algunas de las autoridades de estos organismos empezaron estas reuniones con una opinión y luego de las explicaciones que brindamos terminaron comprendiendo nuestra posición.


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