Catalogan una nueva especie de dinosaurio

Catalogan una nueva especie de dinosaurio

Por DYCIT.-Una investigación, basada en el trabajo realizado durante los últimos años por el Museo de los Dinosaurios en Salas de los Infantes, ofrece nuevos datos sobre el dinosaurio Demandasaurus darwini hallado en el yacimiento de Tenadas de Los Vallejos II (Burgos). Los resultados revelan la conexión de este dinosaurio con una especie africana y otra americana.

 

Los investigadores ya determinaron hace tiempo que se trataba de un rebaquisáurido y ahora han estudiado sus características filogenéticas y paleobiogeográficas para realizar una exhaustiva descripción de este saurópodo y nombrarlo Demandasaurus darwini, es decir, “reptil de la Sierra de la Demanda” con un sobrenombre en honor a Charles Darwin.

Fidel Torcida Fernández-Baldor, director del Museo de Salas, que acaba de presentar su tesis doctoral sobre este tema, aporta datos que permiten una “descripción detallada de la especie”, afirma en declaraciones a DiCYT. Además, la colaboración con científicos internacionales ha confirmado que los parientes más cercanos del rebaquisáurido burgalés son el Nigersaurus de África y el Zapalasaurus de Sudamérica.

En concreto, los científicos salenses han estado en contacto con Leonardo Salgado, investigador de la Universidad Nacional del Comahue (actualmente, en la Universidad Nacional de Río Negro), en Argentina, y han viajado hasta este país para comprobar in situ las características del dinosaurio sudamericano.

Así, han logrado “una mayor seguridad sobre las relaciones filogenéticas” del Demandasaurus, que además prueban la existencia de una conexión terrestre entre África y Europa en la época del rebaquisáurido, hace 125 millones de años, en el Cretácico Inferior (en concreto entre principios del Barremiense y Aptiense).

 

Único en Laurasia

En esta época, existía un continente llamado Laurasia que estaba formado por las actuales Europa, Asia y América del Norte y que estaba separado de África y América del Sur (juntas formaban el continente Gondwana) por el mar de Tethys. Sin embargo, muchos datos apuntan hacia una posible conexión física entre ambos supercontinentes y el hallazgo de Demandasaurus en Burgos ratifica esta idea. Por el momento, es la única especie de rebaquisáurido descrita en Laurasia.

Los paleontólogos actuales, tras analizar las características anatómicas de los restos encontrados, se apoyan en programas informáticos en los que se introducen en bruto las diferencias y semejanzas entre especies. El sistema los compara así con los árboles filogenéticos y de esta forma determina las relaciones de parentesco. En este caso, las particularidades observadas en huesos como las vértebras han resultado determinantes.

A estas alturas de la investigación, los científicos están seguros de que los restos encontrados pertenecen a un solo individuo a pesar de que las piezas halladas en las campañas que se prolongaron desde 2002 hasta 2004 superan las 600. Hay fósiles en buen estado del cráneo (dentario, premaxilares y dientes), de la columna vertebral (vértebras cervicales, dorsales y caudales), costillas, elementos de su estructura pélvica y un fémur.

Precisamente, el tamaño del fémur, de más de un metro, ha permitido determinar que el dinosaurio debía medir entre 10 y 12 metros. Aunque la masa es más difícil de calcular, los científicos estiman, fundamentalmente a partir de las vértebras, que superaría las 10 toneladas. El rebaquisáurido era un dinosaurio herbívoro emparentado, además, con el famoso Diplodocus.

En las investigaciones también ha participado la Universidad del País Vasco y la Universidad de Zaragoza a través de José Ignacio Canudo, paleontólogo miembro del equipo de investigación Aragosaurus, y director de la tesis de Torcida. Todas estas partes firmaron recientemente un artículo en la revista científica Acta Peleontologica Polonica en el que quedaba catalogada la nueva especie.

 

Un enclave privilegiado para el estudio de los dinosaurios

Para completar la información sobre el rebaquisáurido de Burgos, en el yacimiento se ha estudiado el paleoambiente de su época para conocer más datos acerca de las características y la vida de este dinosaurio, una información que se puede contrastar también con la de otros yacimientos cercanos. “El ambiente en el que habitaba el dinosaurio era una llanura fluvial que se inundaba con periodicidad y probablemente contaba con abundante vegetación, de manera que tenía garantizados tanto el alimento como el agua”, afirma Torcida.

Esta zona de arcillas es especialmente propicia para la aparición de restos óseos, que afloran debido a la erosión. Por eso, la comarca de Salas de los Infantes cuenta con 265 yacimientos de fósiles y de huellas, lo que convierte a esta zona de la Sierra de la Demanda en un importante enclave para los paleontólogos.

Resulta esencial la labor que realizan el Museo de los Dinosaurios de Salas de los Infantes y la Fundación Dinosaurios de Castilla y León. “El Museo es una institución humilde y desarrollar esta actividad científica requiere mucho esfuerzo”, asegura el investigador.

 

Recreación de 'Demandasaurus darwini'. Imagen: Fidel Torcida-DiCYT.

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