'Música Callada, la vida rima', con Rosa Torres-Pardo y Ana Belén, en el Jovellanos

Música Callada, la vida rima, con  Rosa Torres-Pardo y Ana Belén, en el Jovellanos

El Festival de la Palabra llega de nuevo al Teatro Jovellanos con Música Callada, la vida rima, un espectáculo en el que Rosa Torres-Pardo y Ana Belén toman los escenarios a golpe de músicas y palabras de grandes nombres de la literatura y de la música.

 

Esta sugerente propuesta, que podrá verse en el Jovellanos el 13 de enero a las 20:30 horas, está dirigida por el veterano director teatral José Carlos Plaza, y cuenta con la colaboración del poeta Luis García Montero, cuyos textos servirán de hilo conductor a una jornada donde palabra y música se entremezclan a golpe de talento creativo e interpretativo.

 

Música callada, la vida rima es el último viaje escénico en la carrera de Ana Belén. Una trayectoria que comenzó de niña participando en concursos radiofónicos, entrando a grabar en un estudio por primera vez a los doce años. Desde entonces la carrera artística de esta polifacética mujer no ha cesado un instante y nos ofrece ahora una pieza de relojería en la que se engrana a la perfección el trabajo de la pianista Rosa Torres-Pardo, Premio Masterplayers de Lugano, Suiza, y Medalla Isaac Albéniz; el de José Carlos Plaza, artífice de una extensa cosecha teatral como director de escena y del poeta Luis García Montero, Premio Nacional de Poesía (1994) y Premio Nacional de la Crítica (2003).

 

La selección musical de esta propuesta incluye a Mozart, Chopin, Kurt Weill, Prokofiev, Stravinski, Antón García, Gershwin, Beethoven, Gabriel Fauré, o Béla Bartok, entre otros, adaptados por Torres-Pardo. Y la parte literaria a nombres como Rafael Alberti, Jaime Gil de Biezma, Luis Cernuda, Jacques Prévert, José Hierro, Juan de la Cruz, Federico García Lorca, Ángel González o Luis García Montero, que a su vez ha sido el forjador de un hilo invisible conductor entre las obras seleccionadas de estos grandes maestros de la literatura.

 

“Un espacio sonoro, no visual.

Combinaciones de notas, armonías, silencios y también rumores,

murmullos, susurros y ecos y sobre todo ideas, imágenes

sugeridas, palabras, la palabra… lo constituirían.

Un intento de crear un mundo impalpable que trate

de alcanzar el interior menos manipulable del espectador.

Sorprender, provocar extrañamiento, inquietud y sosiego,

evocación, abstracción… en defitiva sensaciones

que exijan un esfuerzo de nuestra imaginación

y la necesidad de que nosotros espectadores seamos los creadores

de nuestras propias imágenes y particulares escenografías”

José Carlos Plaza

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