Pedro Duque: El hombre que quiso recuperar la sonrisa en la ciencia

Pedro Duque: El hombre que quiso recuperar la sonrisa en la ciencia

Publicado por Blog del IGME.-Llegamos a la cita con la ventaja de saber que Pedro Duque no es ajeno al sector de las Ciencias de la Tierra, pues parte de su entrenamiento para misiones espaciales se desarrolló en Canarias. Fue allí donde aseguran que se sorprendió por “la cantidad de cosas que los geólogos ven en cada roca” y las posibilidades que los conocimientos profundos de Geología dan a la hora de interpretar el paisaje. Así las cosas, esperamos que su proximidad a la materia sea algún día tema de conversación en algún Consejo de Ministros para sacar de la actual marginación que vive esta ciencia en los modelos educativos de nuestro país. Empezamos… 

¿Se imaginaba durante sus ejercicios de Pangaea en Lanzarote que iba a vivir una experiencia tan marciana como la de encargarse de una cartera ministerial?

¡En absoluto! No se me había pasado por la cabeza. Me honra enormemente poder encabezar el nuevo Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Creo que es muy consciente del uso de las redes sociales, decía que están aquí para quedarse y hay que acostumbrarse a ellas. En los dos meses que lleva en el cargo ¿se ha habituado al metralleo constante incluso de quienes llegan a criticar que carece de tablas como político, la ausencia de ese ideario aprendido, algo por otro lado, que casi es de agradecer, porque le da frescura y naturalidad?, ¿se ha sentido vapuleado en este tiempo?

Bueno, la verdad es que las primeras semanas hubo un poco de tensión, porque no estaba yo acostumbrado a tanta negatividad (esboza una sonrisa, moviendo las manos como si hubiera explotado una tarta entre ellas) en los comentarios a las cosas que yo hacía, pero ahora ya me he acostumbrado y me he dado cuenta de que a la gente hay que dejarle hablar y que no necesariamente hay que intentar reaccionar a todo lo que diga cualquiera. Y es cierto que en el momento en el que me toca hablar en algún sitio, pues no tengo la fluidez de otra gente que lo lleva todo, digamos pensado y marcado de antemano, pero cada uno somos diferentes y tenemos nuestras peculiaridades. Yo prefiero dejar todas las ideas abiertas y hacer una evaluación siempre objetiva de las cosas que se me presentan y no tener un discurso, pero eso hace que no sea tan bueno a lo mejor en el directo.

Dos de sus películas preferidas son “2001: Una odisea en el espacio” y “Apolo XIII”. ¿Se cuenta bien la ciencia en las pantallas de cine, se hace buena divulgación científica?

Me gusta mucho el cine espacial. “Apolo XIII” refleja muy bien el ambiente que se vive y el trabajo de las personas en el espacio y en la tierra, también la respuesta a emergencias y adversidades. Y el interior de una nave y el fenómeno de la ingravidez. Se ajusta enormemente a la realidad. Existen obras maestras en el género espacial, muchos largometrajes en los que la ciencia es tratada de forma muy exacta y verídica. Pero también hay películas que incluyen menciones o afirmaciones incorrectas o reflejan imágenes que no se corresponden con la realidad.

Como defensor de la divulgación científica y amante del cine, pienso que es una herramienta muy efectiva el acercar la ciencia a la sociedad. También los cortometrajes, documentales y series que tanta acogida tienen en la actualidad.

Y mencionando cómo se trabajaba en la NASA hablaba de que los científicos tienen que ser supernormales, en cuanto al grado de llaneza, estar dentro de la media. No sé si también en España entre el sector de la ciencia eso es aplicable.

Supernormal lo suelo utilizar hablando de los astronautas (matiza).

Parecería que los científicos tienen reparos a la hora de cambiar de registro para intentar explicar las cosas con más sencillez…

Sí que es cierto que entre toda la gente que sabe mucho de ciencia o de tecnología, pues sólo una parte de ellos son capaces de expresar esa sabiduría en un lenguaje que lo pueda entender la gente; normalmente suele ser los mejores. Yo la verdad es que no recuerdo si lo he leído bien, pero yo estudié con la Física que escribía Richard Feynman que es un paradigma de persona que trataba de explicar las cosas.

Él y sus bongos…

(Concede sonriendo) …y sus bongos. Y creo que fue él, el que dijo que, si no lo sabes explicar para que lo entienda cualquiera, entonces no lo has entendido tú del todo.

Al regresar de su vuelo espacial descubrió que había pasado de ser la promesa de futuro, el aspirante a astronauta, a ser alguien a quien la gente hacía caso. ¿Qué necesita nuestra ciencia para trasladar sus descubrimientos a la sociedad y convertirse en referente en materias que a todos nos afectan?

Cada vez más científicos españoles están comunicando sus investigaciones. En redes sociales, en medios, en eventos. Necesitamos a más científicos comprometidos con la divulgación y la comunicación. Pero también necesitamos que los medios den espacio a información científica veraz. Entre todos tenemos que conseguir que los bulos o las noticias falsas no tengan la repercusión que tienen.

“Entre todos tenemos que conseguir que los bulos o las noticias falsas no tengan la repercusión que tienen”

No solamente ha reabierto un ministerio que había desaparecido, sino que cuenta con conocimientos de Geología tras su estancia en Canarias para el entrenamiento para su misión espacial y antes de iniciar esta charla nos comentaba el descubrimiento de Enrique Peñalver de la garrapata más antigua del mundo… En el IGME se tocan temas muy diversos, desde riesgos geológicos, pasando por sismología, hidrología, patrimonio, recursos minerales…

A ver, sé lo suficiente como para saber todo lo que no sé y para saber la importancia de saber de ello. Hasta ahí sé y luego pequeños detalles que nos han explicado sobre las analogías de las zonas de Lanzarote con la Luna y los planetas y cómo si fuéramos astronautas en algún planeta y tuviéramos que tomar muestras geológicas, me han explicado qué ver y cómo diferenciar unos tipos de roca interesante de otros que ya conozco. Mi nivel es bajísimo en Geología, pero tengo el suficiente como para saber que los conocimientos de Geología son muy detallados, mucho más de lo que yo puedo llegar a entender y que se necesita a esa gente para verdaderamente poder hacer la exploración de los planetas.

Aprendió a tomar muestras de roca para describir lo que veía en ese curso en Lanzarote. ¿Tras esa primera cata que ha hecho del sector de la ciencia, cómo ve el paisaje?

Durante estas primeras semanas como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades he podido hablar con un gran número de estudiantes, profesores, investigadores, rectores, gestores, empresarios y emprendedores. He constatado el altísimo nivel de la ciencia española, la enorme calidad de nuestras universidades y la innovación tan competitiva que se hace en nuestro país. Soy consciente de que existen importantes problemas que tenemos que intentar resolver y estamos trabajando desde el primer día para encontrar las mejores soluciones.

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“He constatado el altísimo nivel de la ciencia española, la enorme calidad de nuestras universidades y la innovación tan competitiva que se hace en nuestro país”

Haciendo un poco ese papel que hacen los geólogos de, observando el suelo saber lo que hay debajo, y teniendo en cuenta la abundancia de científicos en nuestro país, cabe cuestionarse si el nivel es equiparable al de países punteros o si es algo que se nos ha vendido y no es así.

Bueno, yo desde mi punto de vista humilde de ingeniería y de los informes que me pasan sí que me parece que el nivel es totalmente comparable, pero que ha habido esa carestía que ha hecho que el nivel se haya mantenido comparable en base a unos esfuerzos adicionales. Tenemos que intentar estabilizar el sistema de manera que no hagan falta esos esfuerzos, pero el nivel sí que está. Y estamos a tiempo de recuperarlos.

Durante una estancia en Alemania se dio cuenta de que no solo no estaban mal considerados los españoles sino de que al final, se reclamaba la presencia de técnicos e investigadores de nuestro país, porque eran los que daban mejor resultado. ¿Eso sigue siendo así?

En Alemania, yo creo que en Inglaterra también, en Suiza, en fin, se ve con buenos ojos que se presenten españoles a los puestos, porque han visto que en general de la universidad española sale gente que les vale, mientras que, de otros sitios, pues quizás a lo mejor la media no sea tan buena. Yo lo he visto bastantes veces; desde que yo salí en la mitad de los años 80 como ingeniero, vi que allí no teníamos nada que envidiar a nadie.

¿Ha vendido ya el terreno en la Luna que le ofreció Andreu Buenafuente en su programa?

Pues al final no me ha mandado el cuadro, yo creo.

¿No me digas? (Tercia su jefa de prensa).

Bueno, no recuerdo que me lo haya mandado (sonríe burlón), porque me dijeron, luego te lo vamos a enviar y…

¡Voy a preguntar! (se lanza dispuesta la jefa de prensa a resolver el entuerto en cuanto pueda).

Cuando se lo regalaron en 2016, usted inmediatamente se percató de que existía la posibilidad de vender el terreno en la Luna, ese ficticio terreno.

¿Ah, sí? Bueno, eso son cosas más de humor que de otra cosa. Está claro que nadie puede vender un terreno que no es suyo, no entiendo yo como se puede creer la gente que le dan una propiedad en la Luna, si nadie tiene en propiedad la Luna.

Como usted ha sido muy activo en la crítica de la pseudociencia, comentaba vinculándolo con la política que los políticos podían tener la ideología que quisieran, pero siempre partiendo de un conocimiento científico riguroso. En ese sentido, se ha mostrado partidario de programas como Ciencia en el Parlamento. ¿Hay alguna línea de futuro en la que ya estén trabajando?

Ese programa, en concreto, surge de una iniciativa de un par o tres científicos entusiastas. Esto no está hecho por el ministerio, sino por una serie de personas de la sociedad civil, pero enseguida, en cuanto pueda y tengamos nuevos presupuestos lo vamos a apoyar seguro. Incluso ahora se habla de establecer una oficina científica en el Parlamento como tienen otros parlamentos y parecida a la oficina jurídica. En el Parlamento tiene que haber un sitio donde llegue un señor parlamentario y pueda decir, ‘me han dicho esto y me dicen que sí voto que sí o que no. ¿Esto me lo podéis explicar desde el punto de vista de la verdad real para decidir el sentido de mi voto?’ (Y eso aplica al trazado de una red eléctrica o cierto cambio urbanístico, etc.), ‘porque me dicen que es malo para la salud’…  Yo creo que ese tipo de oficina tenía que existir.

Porque existe un desconocimiento en la clase política, igual que en el resto de la ciudadanía, de lo que significan los avances punteros en investigación.

Ni siquiera, los avances medio punteros (asevera mientras se le escapa una sonrisa), ni siquiera el nivel de Bachillerato en muchos casos. Por eso, lo más importante es concienciar a las personas de que existen, de cosas que se saben y que son y sobre las cuáles, por supuesto, que el método que utilizamos para la ciencia es fiable y no hay ninguno más fiable. Y que, por lo tanto, hay que basarse en eso para todo lo demás, para las decisiones personales y las políticas.

Creo que sigue haciendo las pruebas médicas por aquello de seguir en el listado de la NASA.

De la ESA (me corrige afortunadamente y agradezco, antes de continuar)

…pero la duda es, teniendo en cuenta el nivel de estrés y la elevación de los niveles de cortisol que pueda tener en el cargo, no sé si seguirá pudiendo acceder a las pruebas, si seguirá estando “dentro” como usted ha dicho después de pasar el trance.

No creo que estén ocurriendo ningunos cambios hormonales en mí, trato de seguir haciendo ejercicio el tiempo que tengo y ya está.

Dijo que, con recuperar la sonrisa de algún investigador, ya con eso merecería la pena su paso por el ministerio…

Yo intento mantener la salud, pero la sonrisa de los investigadores requiere esfuerzo y se hará, pero también ser astronauta requiere esfuerzo y dirigir una empresa también requirió esfuerzo y ya estamos acostumbrados.

Nos vamos con la sensación de que detrás del científico hay un humanista o al menos, alguien que reflexiona en voz alta y que aún no ha sido suficientemente explorado por los medios. Nos referimos a cuando Pedro Duque hablaba de que desde el espacio las fronteras que se ven son las más tristes, aquellas vinculadas con espacios desérticos, conflictos geopolíticos, muros… Quede ahí la imagen para los exégetas o quien sepa descubrir al pensador detrás del uniforme oficial.

Alicia González (alicia.gonzalez@igme.es)

Responsable de la Unidad de Cultura Científica

Instituto Geológico y Minero de España

 

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