El suceso de Santiagón II

El suceso de Santiagón II

¡Hola Blogueros!:

Esta semana continuaré con la historia de Santiagón, que como ya os describí era un  hombre violento y amigo de pendencias.

Ya desde muy joven estuvo en la cárcel por   herir a un vecino en una reyerta.  Más tarde fue condenado a dos años y medio de cárcel por insultos a la Guardia Civil, condena que no cumplió porque huyó a America, donde luchó en la Guerra de Cuba siendo condecorado por su valor habiendo salvado la vida a un oficial.

A su vuelta empezó a trabajar en las minas de Turón y de vez en cuando visitaba su pueblo natal. Fue entonces cuando se casó volviendo a vivir en Peñerudes dedicándose a las labores del campo.

Santiagón y su hemano camilo eran asiduos de tabernas donde no desaprovechaban la ocasión en emborracharse y meterse en peleas. Pero el principal odio era hacia el cura al que acusaba de sus infortunios.

Todo empezó en la víspera de San José  Santiagón llegó de madrugada completamente borracho. Su mujer le pidió que se preparase para la misa del día siguiente. Durante la celebración estuvo profundamente dormido, algo que molestó a Don Francisco, haciéndole objeto de duras acusaciones durante el sermón. Entonces Santiagón comenzó a proferir insultos y palabras malsonantes lo que le llevó a ser detenido acusado de anarquista y blasfemo. Pero a las 24 horas fue liberado.

En 1903 Santiagón que era rentero de una casería del Coto de Peñerudes propiedad de Doña Rosario Mon, fue desahuciado, por lo que tuvo que volver a las minas de Turón. Parece ser que la expulsión fue por consejo del cura para tenerlo lejos del pueblo.

El odio de Santiagón hacia el presbítero fue de tal magnitud que planeó su muerte con su hermano que por entonces vivía con él en Turón.

El día de La Inmaculada, se encontraban  los dos hermanos en la taberna, y se pusieron a hablar con el minero Severino García también natural de  Peñerudes, cuando se da desató la polémica sobre el coto y la implicación de Don Francisco en la expulsión.

Los  ánimos se fueron calentando, hasta que los parroquianos intervinieron para que las cosas no pasasen a mayores. Sin embargo Santiagón no quiso dejarlo estar, y mas tarde junto con su hermano decidieron cobrarse la cuenta pendiente.

Buscaron a Severino y sin mediar palabra le apuñalaron dejando al hombre en el suelo en medio de un charco de sangre.

Creyendo que lo habían matado, huyeron por el monte hasta Ablaña donde merendaron tranquilamente para coger a continuación el tren hasta Les Segaes. Desde allí se dirigieron a pié hasta Bolao a casa de un hermano suyo, donde Santiagón se hizo con un trabuco.

Marcharon entonces cuando ya anochecía hacia Peñerudes para hacer noche en un pajar, con la intención de robar al cura para su huída hacia Portugal.

La semana que viene….. el desenlace

 

1 comentario

  • # marta Responder

    11/03/2013 17:43

    Quieren robar al cura o hacerle algo mas? .Esto se pone interesante!!!!

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