Verano a tope

El pasado jueves ese destacado empresario de la publicidad Luis Serrador y un servidor intentamos como todos los años visitar la Feria de Muestras de Gijón. Digo que intentamos porque nos resultó imposible encontrar donde dejar aparcado el coche. Gijón era un gigantesco parking sin una plaza libre, tal es el atractivo de la playa y de la feria. Esa mañana la visitaba el secretario general de Foro Asturias Francisco Alvarez-Cascos pero no creo que él fuera la razón de tanta afluencia de ciudadanos.

Gracias al buen tiempo y que la crisis parece remontar Gijón está teniendo un agosto espectacular. Eso sí, que pena de mala gestión en la villa de Jovellanos con haber alejado el ferrocarril del centro y sin ser capaces también de disponer de una adecuada estación de autobuses. Menos mal que lo del agujero del metro tren no se ve. Por cierto que la corporación municipal que preside Carmen Moriyón, una muy buena alcaldesa digan los que digan los socialistas, aprueba que los concejales no reciban obsequios por encima de los 50 euros. Ya saben lo que tienen que hacer los lobbys, enviar en Navidad carbayones de Camilo de Blas que ahora abre tienda en la villa de Jovellanos. A quien con estas normas se le esfuma la posibilidad de tener una calle que inmortalice su nombre es el al actual senador y ex alcalde gijonés Vicente Alvarez Areces. Nada de distinciones a políticos en vida. A mi me hubiera gustado que en su día la Universidad Laboral acogiera a la universidad politécnica de Asturias pero desde los tiempos de José López Muñiz como presidente de la Diputación a esta comunidad le falta un gran gestor y menos políticos profesionales.

A todo esto Oviedo tiene bastantes turistas concentrados en su zona centro y en el antiguo. Los barrios, muertos. Jamás vi tantos locales cerrados este mes por vacaciones. Ayer tomé el vermouth en una terraza de la calle Uría mientras veía a Manolín "el gitano" jugar en la máquina tragaperras. Tiene suerte y hasta da como limosna un euro al rumano que toca la acordeón a la entrada de "El Corte Inglés". Manolín desde que le operaron de la cadera anda cojo pero ágil con dos muletas que no usa salvo que, me imagino, alguien se meta con él. Como icono que es de la ciudad me recuerda al Oviedo de siempre, como en su día fue Rufo. No me extrañaría que ese buen perejil de casi todas las salsas que se preparan en Asturias, el pintor tinetense Manuel García Linares, esté preparando una escultura para inmortalizar a Manolín. Con niqui azul, lleva en la espalda la inscripción "Amor de Dios. Oviedo". Claro que no se yo si el tripartito estará por la labor de pagar la escultura en cuestión.


Lo que si en estos días de fiesta han vuelto a aparecer por la calle Doctor Casal son los manteros para enfado de los comerciantes aunque, eso sí, en menor número que en anteriores ocasiones. Al fin y al cabo son como los chiringuitos que drenan los bolsillos de los ciudadanos perjudican a los hosteleros de toda la vida. Entre la patronal del sector preside José Luis Alvarez Almeida y el tripartito municipal no hay filing pero en este próximo San Mateo los conciertos, de grupos casi todos del gusto de Pablo Iglesias serán gratis. Eso sí, echo de menos la presencia de la Pantoja en el auditorio Príncipe Felipe. No se como se le ha escapado al hombre fuerte de la SOF, el llanisco Javier Batalla. Tendremos que conformarnos con Loquillo.

Para rematar tan buen puente festivo me acerco al Palacio de la Zoreda en La Manjoya desde hace unas fechas adquirido por el grupo empresarial Santagadea, nombre de una hermosa zona en Tapia de Casariego donde veranea su presidente Miguel Espinosa. El grupo, muy potente, está haciendo importantes inversiones en Asturias como los bajos de El Molinón o la talosoterapia en Gijón.

Preciosa instalación la de la Zoreda que va a ser relanzada con el experto Alvaro Entrialgo, antiguo director de la sección de viajes de "El Corte Inglés" en Asturias, al frente y el retorno como asesor de quien fue uno de los fundadores de este complejo, el bueno de Elías Fernández, ahora en Madrid llevando uno de los restaurantes de "La Máquina" de la cadena del hostelero ovetense Carlos Tejedor. Suerte en esta segunda etapa. El Palacio de la Zoreda es uno de esos complejos hosteleros que da prestigio a una ciudad.



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