#Víctor #Ayuela #Berjano:Un ingeniero para la historia de la #minería #asturiana

Me llega a primera hora de la tarde la noticia del fallecimiento del ingeniero Víctor Ayuela Berjano, primer director general que tuvo la empresa Hulleras del Norte SA (HUNOSA).

Fue toda una institución de la minería asturiana representado los valores más firmes de una profesión que impulso la industria minera en el Principado la cual, tras el fin de la segunda guerra mundial, había entrado en crisis irreversible y solo la creación de la empresa pública HUNOSA impidió que miles de trabajadores quedarán sin empleo y Asturias quebrase.

HUNOSA, nacida en 1967, fue una aportación del Instituto Nacional de Industria y de las empresas privadas, en aquel año con el agua al cuello, estando los empresarios dispuestos a abandonar las explotaciones si el Estado no se hacía cargo de las minas. Era ministro de Industria Gregorio López Bravo, contrario a una nacionalización de las minas asturianas, pero la decisión de Franco, lógicamente, pudo más, no solo por la presión de su propia esposa, la ovetense Carmen Polo, sino porque el jefe del Estado conocía bien Asturias tras haber sofocado la revolución en el 34, y además el régimen ya no estaba en condiciones de enfrentarse a cincuenta mil mineros en la calle y sin empleo.

El gobierno nombró a un mierense, Alejandro Fernández Pello, primer presidente de HUNOSA –era por aquel entonces subsecretario de Industria- y a un ya curtido ingeniero, Víctor Ayuela Berjano, director general. Este provenía del pozo Olloniego y debió encargarse del engarce de las empresas privadas en la nueva compañía nacional que por aquel entonces alcanzó los 30.000 trabajadores en las cuencas del Nalón y del Caudal. La tarea fue ardua pero el ingeniero Ayuela fue poco a poco logrando resultados. La situación del sector minero asturiano era caótica y se dio el caso de que cuando el nuevo equipo de dirección de HUNOSA llegó, por ejemplo, a la explotación Mina de La Encarnada se encontró que habían “volado” hasta los grifos. En otra explotación, Cementos Fradera, las mulas encargadas de arrastrar los vagones de carbón al exterior llevaban un mes sin comer por lo que Víctor Ayuela hubo de enviar urgentemente dos camiones de cebada a la explotación.

Víctor Ayuela contó con un buen equipo, algunos traídos de fuera de Asturias, como el primer director de recursos humanos José María Iborra, un gallego eficaz y conciliador que vino de Bilbao donde era el delegado de Trabajo.

Del años 1967 al 1970 Víctor Ayuela trabajó duro y se enfrentó con una masa laboral reivindicativa y politizada en contra de un régimen que daba ya signos de agotamiento. Debo reconocer que su actuación fue siempre profesional, sin concesiones, sí, pero sin actuaciones políticas fuera del contexto profesional en el que se desarrolló su labor ejecutiva en HUNOSA.

Curiosamente fui protagonista periodístico de su cese ya que tras un accidente minero en Sama venía a Asturias el ministro de Trabajo para imponer la medalla al mérito en el Trabajo al minero que acaba de fallecer tras salvar a dos compañeros. Aquel día en que el ministro, creo que era Licinio de la Fuente, se trasladaba a Oviedo en el Express, me enteré de que el INI había decidido cesar como director general a Víctor Ayuela, noticia que publiqué en primera página a toda pastilla y que hizo que el entonces máximo ejecutivo de HUNOSA, el ingeniero Víctor Ayuela, se presentase en la estación de RENFE para pedir explicaciones al ministro y en caso de que fuera mentira llevarme a los tribunales. El ministro le confirmó el cese lo que en Asturias no solo fue un notición sino un cambio en la estrategia empresarial de la compañía minera.

Aquel pisotón periodístico hizo que mis relaciones con Víctor Ayuela se enfriaran unos años, aunque luego retomamos el contacto. Tras el inesperado cese el INI le nombró presidente del Parque de Carbones de Aboño, unas instalaciones nuevas a las que sacó un excelente provecho industrial para bien de la siderurgia en Veriña de la antigua ENSIDESA, del grupo cementero de Masaveu y del propio puerto de El Musel. Años después Víctor Ayuela se jubiló y supe que había puesto en marcha una magnífica ganadería en el concejo de Llanera, encontrándole de vez en cuando por Oviedo en compañía de su esposa e hijas.

Siento su fallecimiento. Fue un magnífico ingeniero de minas, de la vieja escuela y a quien las dificultades del parto de HUNOSA no arredró en los tres años que estuvo al frente de la recién nacida compañía. Descanse en paz.



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