El Naranco, asignatura pendiente

El excelente arquitecto Rafael Moneo, premio Príncipe de Asturias, ya se encuentra en Oviedo y se ha referido como una joya de la arquitectura mundial a Santa María del Naranco. No se si se habrá acercado hasta ella, o lo hará de aquí al viernes en que recibirá el premio de manos de Felipe de Borbón, pero el caso es que nuestras joyas del prerrománico mundial, la citada Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, continúan pese al paso de los años sin tener el cuidado y protección que requiere su valor universal.La consejería de Cultura unas veces y el ayuntamiento otras han gastado medios y esfuerzos en obras mucho menos importantes lo que nunca he entendido. La verdad es que el monte Naranco es la gran asignatura pendiente de Oviedo. Por la parte de atrás las canteras de Arcelor Mittal -funcionan desde los primeros tiempos de ENSIDESA- nos están dejando sin nuestro querido monte. Y es que las canteras de piedra no tienen restauración, todo lo contrario que ocurre con las explotaciones de carbón a cielo abierto que, tampoco lo he entendido nunca, generan mucha más polémica ecologista que las canteras de piedra. Suban ustedes por La Manzaneda y observen en que estado se encuentran los montes en Tudela Veguín, frente a la fábrica de cemento. Unos boquetes enormes que ya no tienen arreglo posible. Como tremendos mordiscos en la manzana del paraíso natural.

Pero volviendo al monte Naranco, con una pista filandesa a medio hacer y bastante abandonada por la autoridad, la municipal reordenación del mismo urge. Es necesario incluso una entrada más accesible a las magníficas instalaciones del Centro Asturiano. Hace muchos años, allá por la década de los 60, uno de los mejores alcaldes que tuvo Barcelona en su historia, José María Porcioles, vino a Oviedo invitado por su colega el entonces alcalde Manuel Alvarez-Buylla. Recuerdo que éste en compañía de periodistas locales -estoy viendo a un jóven Evaristo Arce que era cronista local en La Nueva España- invitó a Porcioles a contemplar Oviedo desde lo más alto del Naranco cuyos terrenos entonces pertenecían al ejército que lo utilizaba para hacer prácticas de tiro los reclutas. Allí en lo alto en un momento dado Porcioles se volvió hacia Alvarez-Buylla y delante de todos nosotros le dijo: “Alcalde, si en Barcelona tuviéramos esto no necesitaríamos Montjuit”. Solo que los catalanes bien que han aprovechado su monte mientras aquí apenas se ha dado algún paso en los últimos 50 años.

El viernes, día de la entrega de los premios Príncipe de Asturias, parece ser que el tiempo no acompañará y menos el sábado para el que los mereólogos anunciando intensa lluvia. Lo lamento por el pueblo de Bueño que con sus mejores y más agradecidas galas recibirá como pueblo ejemplar a los Príncipes de Asturias. Al alcalde del concejo de Ribera de Arriba Ramón García suele gustarle obsequiar a los visitantes ilustres con un paraguas. Me temo que el sábado tendrá que multiplicar su generosidad protocolaria.

Pues no crean, el viernes habrá algún que otro acto además de los premios citados en el Teatro Campoamor. Vamos, curiosidades, porque a la misma hora, siete de la tarde, en el Club de Prensa Asturiana del diario La Nueva España, el sindicato Manos Limpias hará su presentación en Asturias, El acto será presentado por la abogada Nuria Martinez-Viademonde con la asistencia del abogado José María Alvarez Díaz-Cuartas, responsable y secretario general de manos Limpias Asturias, de otro abogado, Jaime Alonso García, responsable del servicio jurídico de este sindicato a nivel estatal, y del también abogado Miguel Bernard Remón, secretario nacional de Manos Limpias.

Una hora más tarde, las ocho, en la Casa de Cultura de Lugones el teatro “El Gallineru” pondrá en escena la obra”Becquerel”, una producción, según sus autores, atípica, arriesgada y valiente que expone con ingenua brutalidad un tema tan delicado y controvertido como la energía nuclear. Como ven, hay para todos los gustos en esta Asturias de nuestros amores.



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