El presidente cántabro ha sumado el apoyo del lehendakari a la reivindicación del tren de altas prestaciones con Bilbao y del tercer carril en la A-8 desde Castro
En su primer encuentro institucional, también han convenido "profundizar" en las relaciones sanitarias y educativas y colaborar para mejorar el abastecimiento de agua en Valle de Villaverde
Santander - El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el lehendakari del Gobierno Vasco, Íñigo Urkullu, han acordado "ir de la mano" en todos aquellos temas que sean de interés común para Cantabria y para Euskadi tras la celebración, hoy, de su primer encuentro institucional, que ha tenido lugar en la sede del Gobierno cántabro.
Revilla ha agradecido la visita del lehendakari y ha sumado su apoyo en la reivindicación de dos proyectos de infraestructuras fundamentales para Cantabria y también para Euskadi, como son la mejora de la conexión ferroviaria de Santander con Bilbao y la construcción del tercer carril en la Autovía A-8 desde Castro Urdiales hasta la capital vizcaína.
Con respecto al primero de estos proyectos, el presidente cántabro ha planteado a Urkullu la conveniencia de trasladar "juntos" al Estado esta reivindicación, que él mismo ya trasladó a Mariano Rajoy en la reunión que mantuvo con el presidente del Gobierno el pasado 2 de noviembre. "Los dos somos conscientes de la importancia de una conexión ferroviaria no sólo de pasajeros, sino también de mercancías. No estoy hablando ni siquiera de un AVE, si no de un tren que pueda poner Santander a 40 minutos de Bilbao y conectar luego con el Ferrol, para que toda la Cornisa Cantábrica esté unida al Valle del Ebro y a Europa", ha dicho.
Revilla ha puesto en relieve la receptividad de Urkullu, quien ha ofrecido al Gobierno de Cantabria "todo el apoyo de Euskadi" para "profundizar en la relación con el Gobierno español en la importancia que para Cantabria y para toda la Cornisa Cantábrica tiene el que se pueda abordar un eje de tren de altas prestaciones" que conecte, a su vez, con las redes transeuropeas y con el Corredor Mediterráneo.
"Deberíamos incidir en que el Estado tome en consideración la importancia del Eje Atlántico por el Corredor del Cantábrico", ha apuntado el lehendakari, en un momento en el que el Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) está aún en una fase "muy incipiente".
Asimismo, Urkullu ha mostrado su interés en mantener la línea de mercancías entre Bilbao y Santander, que conecta con Luchana y Pasajes.
La misma sintonía han expresado ambos mandatarios en relación al tercer carril de la A-8 desde Castro Urdiales y ante la necesidad de solucionar los atascos que frecuentemente se producen en los desplazamientos por carretera de un lado al otro del límite de Ontón. Mientras Miguel Ángel Revilla ha asegurado que "ese carril hace falta", Íñigo Urkullu ha reconocido que la mejora de esta conexión viaria es igualmente una "preocupación" del Gobierno vasco, si bien ha matizado que es un tema que compete a las Diputaciones Forales.
Sanidad, educación y agua para Valle de Villaverde
La atención sanitaria ha sido otro de los asuntos que ha centrado la atención del encuentro. Tanto el presidente cántabro como el lehendakari han constatado la vigencia del convenio sanitario entre ambas comunidades y su disposición a, si fuera necesario, actualizar un acuerdo por el que se desvían los trasplantes cardiopulmonares a Valdecilla y los renales a Cruces, y que regula la atención de vascos y cántabros en los servicios sanitarios de uno y otro territorio sin necesidad de estar empadronados.
En cuanto al Valle de Villaverde, Revilla ha agradecido el soporte que el Gobierno vasco da para la escolarización de los niños y para la atención sanitaria a los habitantes de este municipio cántabro insertado en territorio del País Vasco. Y también ha agradecido al lehendakari, en su nombre y en el del alcalde, Pedro María Llaguno, que Euskadi vaya a colaborar ahora en el suministro de agua, para poner fin a los problemas de abastecimiento que viene padeciendo este enclave.
Al margen de estos asuntos, ambos dirigentes han dejado abierta la posibilidad de conformar grupos trabajo para abordar otros temas de interés compartido.
Convivencia ciudadana y sintonía institucional
Revilla ha hecho hincapié durante su intervención en las afinidades existentes entre cántabros y vascos, y la "convivencia absoluta" que marca las relaciones entre ambos pueblos.
"Los vascos aquí estáis en vuestra casa y se os acoge con los brazos abiertos", ha asegurado el presidente cántabro, quien ha promovido este encuentro al echar en falta esa misma sintonía en el ámbito institucional y ha confiado en que la reunión celebrada hoy en Santander sea "el comienzo de una bonita amistad".
Además, ha tenido palabras de elogio para el lehendakari, una persona "muy seria, muy sensata y un lujo" para los vascos, y ha valorado su contribución al final de ETA, que en su opinión es el "gran éxito" de Euskadi y de España en los últimos 50 años.
Tanto Revilla como Urkullu han expresado su solidaridad y apoyo a las víctimas de los atentados terroristas de París.
Firma en el Libro de Oro de Cantabria y visita a Comillas
Tras reunirse con Revilla, el lehendakari ha saludado a la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, y ha firmado en el Libro de Oro de Cantabria, donde ha dejado constancia de su agradecimiento al presidente y al Gobierno cántabro por invitarle a mantener este encuentro para "profundizar en la convivencia entre ciudadanos e instituciones, en nombre de Euskadi y los vascos vecinos que tanto aman a Cantabria".
Urkullu se ha llevado como obsequios unas anchoas y tres libros: el Beato de Fernando y Sancha, Leyendas de Cantabria y otro sobre Santillana del Mar.
Posteriormente, ambos dirigentes se han trasladado a Comillas, donde el jefe del Ejecutivo cántabro ha enseñado al lehendakari las instalaciones de la Fundación Comillas en la antigua Universidad Pontificia y le ha explicado los programas que lleva a cabo esta institución que el Gobierno regional quiere volver a impulsar. Allí han estado acompaños por la alcaldesa, María Teresa Noceda, y el director de la Fundación, Manuel Preciado.