#Oblanca: “La gran especie a proteger en los #Parques #Nacionales es el ser humano”

#Oblanca: “La gran especie a proteger en los #Parques #Nacionales es el ser humano”

El senador de FORO rechaza en la Cámara Alta el Proyecto de Ley de Parques Nacionales


  • “El desgraciado resultado de la persecución al cazador y al pescador lo tenemos en nuestros urogallos o en el salmón de los ríos cantábricos, especies hoy en trance de extinción tras haber hostigado durante años a esos grandes defensores y amantes de la naturaleza”
  • “Hoy Pedro Pidal sería objeto de reproche, cuando no de linchamiento mediático, a la vista de la palabrería de unos burócratas depredadores disfrazados de ecologistas y de su proteccionismo falsario de despacho que está incidiendo en el despoblamiento de los espacios que el hombre conservó desde tiempos inmemoriales”

 

Oviedo.-- El senador de FORO, Isidro Martínez Oblanca, intervino esta tarde ante el Pleno del Senado en defensa de su veto al Proyecto de Ley de Parques Nacionales.

En su intervención, Oblanca justificó su “rechazo frontal a este proyecto de ley en el desprecio que el Gobierno de Rajoy realiza sobre la gran especie a proteger en nuestros parques nacionales: el ser humano”.

 

El senador de FORO demandó “un nuevo texto legislativo que contemple y atienda a las poblaciones humanas que tan a duras penas sobreviven dentro y en el entorno de estos espacios naturales emblemáticos. Hablamos de 19 pueblos en el interior de este territorio, seis en Asturias, dos en Cantabria y los once restantes en León”. Además añadió el senador que “la población ha ido disminuyendo paulatinamente a la par que han crecido los problemas derivados de una política medioambiental que ha regateado medios materiales y humanos para llevar a efecto la capacidad real de proteger. Véase, por ejemplo, el proteccionismo a ultranza de especies cinegéticas frente a la actividad tradicional de las familias que históricamente habitaron, defendieron y nos legaron estos territorios, lo que ha generado el efecto contrario, como bien saben, en aquellos espacios en los que ha habido episodios de mortandad de patos, aves acuáticas, cabra hispánica o, en el caso de los Picos de Europa, del rebeco”.

 

Oblanca recordó “a quien fuera senador en los comienzos del siglo XX, entre los años 1914 y 1923, don Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, promotor del primer parque nacional que tuvimos en España, conocido como el de la Montaña de Covadonga, cuyo expediente de declaración se inició en 1916 en el Senado”. “Pidal, cuyos restos reposan, tal y como él pidió y definió, en Ordiales, reino encantado de los rebecos y las águilas, ha sido calificado históricamente como el primer ecologista español, pero con los nuevos cánones que se aplican actualmente dudo que nuestra sociedad reconociese su labor política a favor de la conservación de la naturaleza. Hoy Pedro Pidal, en su época primera escopeta nacional y consumado cazador de osos y otras muchas especies, sería objeto de reproche, cuando no de linchamiento mediático, a la vista de la palabrería de unos burócratas depredadores disfrazados de ecologistas y de su proteccionismo falsario de despacho, que está logrando exactamente el efecto contrario para desastre de algunas de nuestras especies, y también con incidencia en el despoblamiento y el abandono de los espacios naturales que el hombre conservó desde tiempos inmemoriales a lo largo de muchos siglos”.

El veto a la Ley de Parques Nacionales no prosperó, al igual que los otros seis vetos presentados por varios Grupos Parlamentarios que también fueron rechazados por la mayoría absoluta del Partido Popular en el Senado.

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