El HUCA está en la vanguardia de la investigación del parkinson

El HUCA está en la vanguardia de la investigación del parkinson

 

El hospital asturiano es un centro de referencia en cirugía neurofuncional que ha operado a más de 275 pacientes con resultados excelentes

 

Su unidad de genética molecular está a la vanguardia de la investigación de esta enfermedad

 

Mañana se celebra el Día Mundial de esta patología neurodegenerativa que en el Principado afecta en torno a 4.000 personas

 

  

Asturias.-El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha intervenido con resultados excelentes a más de 275 enfermos de parkinson, convirtiéndose así en un centro pionero y referente en la cirugía neurofuncional a la que se someten aquellos pacientes en los que el tratamiento farmacológico ha perdido eficacia. Sólo el pasado año fueron intervenidos 25 pacientes para mejorar el control de los síntomas de la enfermedad, como son el temblor de reposo, la rigidez o la falta de movimiento.

 

En la actualidad, casi 1.500 personas con esta patología reciben tratamiento en la Unidad de Trastornos del Movimiento del centro sanitario, que es referencia nacional para el tratamiento quirúrgico con estimulación funcional de pacientes con enfermedad de parkinson y otros trastornos del movimiento.

 

Además del HUCA y de toda la red de atención primaria, el Hospital de Cabueñes  dispone también de una consulta monográfica para la atención al parkinson y otros trastornos del movimiento

 

Esta enfermedad es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente en los países desarrollados. En el caso de España, entre un 1% y un 2% de la población mayor de 65 años la padece. Se calcula que en Asturias hay cerca de 4.000 personas afectadas por esta enfermedad y su prevalencia podría aumentar en las próximas dos décadas por el aumento de la esperanza de vida y la alta tasa de envejecimiento.

 

Sus síntomas se deben fundamentalmente a la falta de neurotransmisores asociada a una degeneración de las neuronas de la sustancia negra del cerebro, que es crucial en el control del movimiento. Las causas de la enfermedad son genéticas en un 10% y desconocidas en el 90%. Los factores de riesgo ambientales parecen jugar un papel importante en su aparición.

 

El parkinson, aunque suele desarrollarse a partir de los 55 años, no es raro que aparezca por debajo de los 50. Cursa con tres síntomas principales: temblor de reposo (fundamentalmente en manos), rigidez (que origina dolor muscular) y falta de movimiento (acinesia). Es frecuente que estos pacientes tengan, además, otros síntomas como depresión, estreñimiento y lentitud de pensamiento.

 

Con el fin de contribuir al estudio y tratamiento de la enfermedad, la Consejería de Sanidad mantiene a través del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) un servicio de excelencia del que hay que señalar su proyección a nivel nacional puesto que atiende a buen número de pacientes de otras comunidades.

 

Próximamente entrará en funcionamiento en el nuevo HUCA la tecnología diagnóstica de mayor innovación como es el PET TAC, que permite una técnica de diagnóstico por imagen cuya principal indicación es el estudio de enfermedades oncológicas, pero que ha mostrado también su utilidad en enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Por otra parte existen dos convenios con la Asociación Parkinson Asturias, por los que cede la piscina para el desarrollo de actividades terapéuticas.

 

Además, desde el año 2002 permanece vigente la beca de investigación Parkinson Asturias en el Laboratorio de Genética del HUCA que permite que el investigador y el paciente se conozcan y que éste último sea partícipe de lo que el becario investiga.

 

Esta enfermedad, descubierta en 1817, es una de las causas más frecuentes de incapacidad en la vida adulta. Como en muchas enfermedades crónicas, los problemas sociales son tanto o más invalidantes que los biológicos o psíquicos, por lo cual es necesario que los enfermos reciban un conjunto de ayudas, dirigidas a promocionar su calidad de vida y la de su familia mediante una atención integral e interdisciplinaria

 

A día de hoy, el parkinson puede entenderse como el paradigma de la atención sociosanitaria, donde se combinan un abanico de servicios que abarcan desde la alta tecnología, como la estimulación cerebral profunda, hasta la ayuda en las actividades de la vida diaria.

 

Los afectados por la enfermedad necesitan de una atención integral socio-sanitaria por parte de los servicios sanitarios, de Bienestar Social y de Atención a la Dependencia, además del insustituible apoyo familiar y de su entorno. La enfermedad de parkinson tiene un alto impacto en la vida de los pacientes y en sus familiares. Dificulta primero las actividades de ocio y poco a poco afecta también  a las actividades profesionales y a las actividades básicas de la vida diaria, provocando un deterioro progresivo de la calidad de vida.

 

En este punto, es preciso tener en cuenta, que la situación que genera la enfermedad de párkinson, además de a la persona enferma, puede afectar a quien le cuida. A medida que la enfermedad evoluciona las capacidades para ser independientes van disminuyendo y la familia debe ir asumiendo poco a poco más tareas de sus actividades diarias. Esto implica dejar tiempo libre, trabajo u ocio por parte del cuidador principal de la familia. Los cuidadores pueden llegar a sufrir depresiones, apatía, agotamiento y aislamiento social. Es necesario un apoyo psicológico importante y proporcionar ayuda social e información. Estos aspectos son proporcionados por las asociaciones de familiares y pacientes.

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