Sostres: “Almunia tendrá tiempo de comerse sus palabras y su animadversión"

Sostres: “Almunia tendrá tiempo de comerse sus palabras y su animadversión"

“Siendo el Director General un holandés, ¿no se debería establecer un cierto mecanismo de incompatibilidad por conflicto posible de intereses?”

 

“Ahora le toca el turno al Gobierno español de recurrir, pero también de más cosas, como valorar cuánto hay que devolver, en qué plazo hay que devolver y considerar quién se lucró de la situación con la formación de las AIE”

 

Madrid.- Intervención del diputado de FORO, Enrique Álvarez Sostres, en la Comisión de Industria, Energía y Turismo celebrada hoy en el Congreso de los Diputados sobre el régimen de arrendamiento fiscal en el sector de la construcción naval o “tax lease”.

 

"Estamos debatiendo, Señorías, sobre un hecho que el pasado día 16  anuncié que iba a resultar histórico. El sector naval español se encontraba ante un ultimátum, si no daba marcha atrás el socialista Almunia y el Colegio de Comisarios Europeos, el sector naval español entraba en fase de desguace

En unas horas se sabría qué decidía la UE, de boca del comisario de la Competencia sobre la vida laboral y profesional de 88.000 trabajadores del sector y la viabilidad de 19 astilleros de Galicia, de Asturias y del País Vasco.

Efectivamente en la reunión del pasado día 17, no hubo sorpresas, como ya presumíamos.

 

El Colegio de Comisarios ratificó lo dicho por el enterrador del sector, como lo fue del sector carbón. Las bonificaciones fiscales recibidas por el sector naval entre 2007 y 2011 deben devolverse al ser competencia desleal del sector español frente a sus competidores europeos holandeses y nórdicos. Por cierto, siendo el Director General un holandés, ¿no se debería establecer un cierto mecanismo de incompatibilidad por conflicto posible de intereses? Ahora queda el recurso y las actuaciones ante el Tribunal de Justicia Europeo, que nos introduce en una serie de interrogantes, sobre la benevolencia de las interpretaciones jurídicas de Bruselas, para disminuir la factura de 3.000 a 500 millones.

Pero estamos, señor Soria, lejos de lo deseable. Los tiempos corren en contra de nuevos pedidos, los clientes no esperan, las empresas sin pedidos  cierran y los trabajadores se van a la calle.

Toca aminorar los daños de una política torcida, desde el año 2002 y ahora, como dice el Presidente de Pymar, máximo directivo de los astilleros Gondán de Asturias, punteros en el sector, entramos en una fase de supervivencia.

 

Quedan como elemento positivo qué armadores y astilleros no tendrán que devolver los euros bonificados, pero si los inversores. Ahora le toca el turno al Gobierno español de recurrir pero también de más cosas, como valorar cuánto hay que devolver, en qué plazo hay que devolver y considerar quién se lucró de la situación con la formación de las AIE (Agrupaciones de Interés Económico y sus inversores creadas al efecto).

Ahora le corresponde al Gobierno impulsar nuevas políticas de inversiones adaptadas a la normativa europea o atraer clientes a través de una nueva política comercial. Pero eso no va a ser suficiente para la supervivencia inmediata del sector. Se ha desatado una máquina de destrucción de riqueza y empleo que tiene ya un dato.

 

En 2012 apenas ha habido contratación de nuevos pedidos a los astilleros españoles. Se ha pasado de una cartera de 113 en el año 2009 a 59 en este año. Los precios no son competitivos y esto es un tema de futuro Señor Ministro y de su responsabilidad. Dije y digo que al socialista señor Almunia le faltan pocos meses para terminar su mandato, unos meses antes de las elecciones europeas y está bien cubierto frente al miedo. Almunia tendrá tiempo  de comerse sus palabras y su animadversión; los demás no, porque lo que han sentenciado los burócratas de Europa es el trabajo y el futuro de las empresas navales.

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