En un giro preocupante para el futuro de la investigación en España, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha dejado de lado a los investigadores jóvenes en la reciente convocatoria de los programas Juan de la Cierva y Ramón y Cajal para 2023. Esta situación, que excluye específicamente a los investigadores postdoctorales en la etapa intermedia de sus carreras, ha generado una ola de preocupación en la comunidad científica, temiendo una posible fuga de talentos emergentes.
La eliminación del programa Juan de la Cierva-Incorporación y del turno joven del programa Ramón y Cajal, anunciada en 2021 y 2022 respectivamente, ha dejado a los doctores con 2 a 5 años de experiencia tras la defensa de su tesis sin un programa específico, forzándolos a competir con investigadores de trayectorias más extensas y consolidadas. Como consecuencia, se ha observado una dramática reducción de más del 70% en los contratos ofrecidos a investigadores en esta etapa crucial.
La Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) ha expresado su preocupación por la eliminación del "turno joven" y la falta de un sistema de evaluación equitativo que garantice el acceso a todos los perfiles con trayectorias de excelencia. Esta inquietud se intensificó tras la publicación de los seleccionados para la convocatoria de 2022, donde se evidenció que las promesas del Ministerio no se cumplieron.
Un análisis realizado por un grupo de trabajo de la FJI reveló que de las 521 ayudas concedidas en la convocatoria de 2022, solo 76 fueron para perfiles que habrían entrado en el extinto turno joven, una disminución significativa en comparación con los 278 contratos otorgados a este grupo en 2021. Esto subraya la difícil situación que enfrentan los investigadores más jóvenes bajo los actuales mecanismos de evaluación.
La FJI, a pesar de apoyar las medidas para mejorar las condiciones del personal investigador y fomentar su consolidación temprana en el Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, denuncia la eliminación apresurada del turno joven y la falta de transparencia en los procesos de evaluación. Además, la Federación reclama la implementación de un turno joven específico, la publicación detallada de los criterios de evaluación en el BOE, y un aumento en el número total de contratos y la inversión para el programa Ramón y Cajal.
Esta situación plantea un desafío significativo para el futuro de la ciencia en España, poniendo en riesgo la retención y el desarrollo de una nueva generación de investigadores y, con ello, el avance del conocimiento y la innovación en el país.
