Homenaje a mi madre: María Cristina Bernardo Fernández

Llego el momento de dedicarte unas líneas abiertas y sentidas públicas. Al igual, que hice cuando nos dejó papá. Aquel artículo que también se publicó en Asturiasmundial y que tantas veces leíste. Ya sé que tu no querías lo que ahora estoy haciendo, pero en vida lo que quería para uno también era mi deseo para el otro. Te pido perdón por eso mamá. Ya ves en el estado en que me encuentro. No veo ni las teclas del ordenador. Una cortina de lágrimas me lo impide. Lo que no lloré estos días, ni en público ni en privado, lo hago en mi casa de Oviedo.

 

Te fuiste el pasado día 11 de febrero, el día dedicado a Nuestra Señora de Lourdes. Dos días antes nos habíamos despedido con un par de besos bajo el dintel de la puerta y luego, con las manos, tu desde la ventana de la cocina y yo, desde la calle.

 

Tú sonriente y agitando la mano: esa imagen me acompañará siempre.

 

Había llegado el viernes para la hora de cenar. Siempre me recibías con esa cara de felicidad y no me dejabas ni depositar el equipaje cuando ya me habías estampado un par de besos.

 

El sábado, parte de la mañana la pasamos tomando el sol en la terraza: tú con una gorra y leyendo las revistas que te llevaba y yo leyendo la prensa del día. Por la tarde, nos pusimos a ver una película. En uno de los descansos, te levantaste y fuiste al baño. Como tardabas me acerque y te estabas "arreglando".  Y me dices : "Con esta tarde de sol que hacemos aquí".

 

Solíamos ir a misa de las siete a Caborana (tu pueblo natal), así que hasta allí partimos, dando una vuelta desde Moreda. Nuestro último paseo juntos. Regresamos ya entrada la noche. Quién nos iba a decir que aquella noche sería...

 

Llegó el domingo, desayuno, misa por TV y otra vez a la terraza. Comimos temprano, como siempre, y sobre las tres de la tarde... la despedida.

 

'Homenaje a mi madre: María Cristina Bernardo Fernández':  ya ves querida mamá que no cuento nada de ese feliz pasado que compartimos. Eso queda entre nosotros. Aquí, estas líneas a modo de instantánea escrita de mis últimas horas contigo.

 

La foto que acompaña este artículo nos la hicieron en la celebración del día de la madre, en La Fumiosa en Moreda de Aller, hace unos años. Siento tanto repensar que sólo faltaban quince meses para estar todo el tiempo juntos. Como hablamos tantas veces, el próximo año me jubilo y era mi ilusión regresar a Moreda de Aller. Lo teníamos todo planificado.

 

De todos modos iré, porque allí estará tu esencia en tantos lugares, pero ya será todo bien distinto sin tu presencia física. Perdón de nuevo, mamá, por exponerte públicamente.

 

Desde, lo más profundo de mi corazón te envío un eterno beso.

 

Mientras está presente, tú siempre a mi vera. He perdido a la persona que más me quería, y a la que yo más quiero. Esperarme en el cielo.  



5 comentarios

  • # Justo Responder

    14/02/2020 18:34

    Siempre Cuqui. Un abrazo.

  • # maría Responder

    14/02/2020 20:14

    En el cielo estarán juntos y muy muy orgullosos de su familia. Un abrazo enorme enorme.

  • # Olga Garcia Responder

    15/02/2020 11:40

    Hola Cuqui, acabo de leer ese precioso artículo que has dedicado a tu madre. Siento mucho lo ocurrido. Seguro que tu madre estará muy orgullosa de esas palabras tan emotivas y entrañables que le has escrito. Un fuerte abrazo.

  • # CRISTINA ALONSO MEGIDO FELECHOSA Responder

    17/02/2020 18:54

    Que bonitas palabras cuqui, así la recordaremos con esa vitalidad y alegría que contagiaba, un beso.

  • # Macu castañon Responder

    17/02/2020 21:26

    Que bonitas palabras Cuqui , que orgullosa estaba de esa familia que tenia , siempre la recordaremos como la abuelina , porque asi se comportaba con todos nosotros . Un beso muy fuerte y mucho animo. D.E.P Besos al cielo...

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