Mesas separadas

El doctor Luis Fernández-Vega, catedrático de oftalmología de la Universidad de Oviedo, jefe del servicio de oftalmología del HUCA y director del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega recibió en la noche de ayer un emotivo homenaje convocado por la revista "Vivir Oviedo" que edita Santiago González-Alverú y cuyo jurado había elegido al insigne médico "Ovetense del año".

Fueron más de 400 personas las asistentes al acto celebrado en el hotel de la Reconquista en una demostración de poderío social de la citada convocatoria a 65 euros cubierto.

Institucionalmente asistió el consejero de Industria, Empleo y Turismo del Principado Francisco Blanco -me extrañó que no haya ido el consejero de Sanidad- y si Pedro Sánchez logra ser investido presidente del Gobierno de España el consejero asturiano está llamado a algún alto cargo en Madrid ya que es una de las personas de confianza del secretario general del PSOE, autor del programa económico y uno de los pocos socialistas asturianos que en las primarias apoyó a Pedro Sánchez, su buen amigo, en Asturias.

También estaba en la mesa presidencial en representación del ayuntamiento la concejala socialista Marisa Ponga a quien no tenía el gusto de conocer pero que me es presentada por el omnipresente Javier Vidal, ahora en Ciudadanos, causándome muy buena impresión. Como no podía ser menos ocuparon un lugar destacado el profesor Vicente Gotor dando ya sus últimos coletazos como rector de la Universidad de Oviedo y el delegado de Gobierno Gabino de Lorenzo que nada más que vio a Agustín Iglesias Caunedo rodeado de sus concejales, se fundió en un abrazo con él y luego conmigo. Sería por los viejos tiempos.

El acto, además de pesos pesados de la medicina asturiana, del empresariado con el presidente de FADE Pedro Luis Fernández a la cabeza y del mundo de la banca como Pablo Junceda, director del banco Herrero/Sabadell, y de Manolo Menéndez, consejero delegado de Liberbank y del también consejero y cuñado del homenajeado Felipe Fernández, registró la presencia de importantes militantes del Partido Popular con la elegante Esperanza Aguirre a la cabeza. Pero como las aguas andan revueltas en el seno del partido más votado en las últimas elecciones generales su distribución en el acto me recordó a aquella película de 1958, "Mesas separadas" de Delbert Mann e interpretada entre otros por David Nivel, Burt Lancaster, Rita Hayworth y Deborah Kerr.

En este homenaje Esperanza Aguirre se sentó con los suyos si bien guiada por el concejal Fernández-Ladreda saludó un momento al equipo de Agustín Iglesias Caunedo mientras en otra mesa alejada se encontraba la presidenta regional Mercedes Fernández en compañía de varios diputados de su equipo como Luis Venta, Agustín Cuervas-Mons y Ramón García-Cañal. Quien si me juró por el concejo allerano que no está afiliado al PP ni a ningún otro partido fue el psicoesteta Ramiro Fernández ya tranquilo con la promesa verbal del tripartito de que en junio podrá presentar en Trascorrales su esperada exposición de 50 años ejerciendo tan noble profesión en la capital de Asturias.

La glosa del doctor Luis Fernández-Vega corrió cargo del director del Instituto Cervantes, el erudito Víctor de la Concha quien, lógico, hizo una brillante exposición sobre la familia Fernández-Vega, sobre el propio homenajeado y sobre la ciudad de Oviedo que es la suya y la mía. Seguidamente el presidente del Colegio de Médicos y también "Ovetense del año", doctor Alejandro Braña, le entregó el galardón realizado por el escultor Amador. Estaba previsto que lo recibiera de manos de la cronista oficial de la ciudad Carmen Ruiz-Tilve pero una inoportuna indisposición lo impidió.

Luis Fernández-Vega, evidentemente emocionado, pronunció unas palabras resaltando su amor a la familia, a Oviedo, y a la profesión así como una apuesta decidida para no bajar la guardia de este instituto oftalmológico que trata al año en nuestra ciudad a más de 100.000 personas de todo el mundo con un equipo de excelentes profesionales que se acerca a los 200 empleados.

Tuve la suerte, por cierto, de sentarme en este homenaje al lado del catedrático de algebra de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo profesor Santos González Jimenez que me comenta que acababa de acompañar al aeropuerto a un grupo de altos ejecutivos de la multinacional ACCENTURE, la antigua Arthur Anderson, con 400.000 empleados en todo el mundo, y que acaba de contratar a 30 universitarios asturianos para trabajar desde el Principado en sus proyectos con proyección mundial y con posibilidades de ampliar en breve la cifra. Ese es el camino que debe de seguir nuestra principal institución docente y, por supuesto, el nuevo equipo rectoral que salga de las urnas el próximo mes de abril.



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