Por fin, tras casi doce años, el Real Oviedo ha vuelto al fútbol profesional, a la Segunda A. El desembarco hace un par de años del grupo mexicano CARSO propiedad del tercer hombre más rico del mundo Carlos Slim ha sido providencial. Su yerno Arturo Elías entendió perfectamente el espíritu oviedista y conectó a la perfección con el ayuntamiento, hoy tercer accionista del club. El segundo accionista es el ex presidente Alberto González, actualmente exiliado en México tras ser condenado en los tribunales por temas de Hacienda.
Al Real Oviedo la mala gestión y la utilización de sus sinergias por personas como Celso González, el citado Alberto González y otros más, provocó la bajada a los infiernos de la tercera división y luego a la segunda B. El colmo estuvo cuando casi muerto el equipo azul el entonces alcalde Gabino de Lorenzo, nervioso por la posibilidad de que el ex presidente azul Eugenio Prieto le arrebatase la alcaldía para el PSOE, sacó en la plaza local un sucedáneo del histórico club carbayón, el Oviedo Moderno. Para mi ha sido la gran mancha de los 20 veinte años de gestión municipal del hoy delegado del Gobierno en el Principado.
El grupo CARSO desembarcó en el Carlos Tartiere con discreción y eficacia. Hoy, tras haber prestado más de 4 millones de euros al club para cubrir deudas, ahora convertido el préstamo en acciones, es el primer accionista con inequívoca intención de continuar liderando este proyecto deportivo. El cabeza del imperio, Carlos Slim, que tiene el carnet número 15.000 del Real Oviedo, asistió al partido de ida contra el Cádiz aunque no pudo hacerlo en el de vuelta por tener que regresar a su país. Eso sí, estrechó sus lazos con la capital de Asturias llevando a la familia cuatro kilos de moscovitas. En este momento de reflexiones positivas hay que reconocer además que el grupo CARSO acertó plenamente designando como persona de confianza en Oviedo al entrenador azteca Joaquín del Olmo quien también supo integrarse perfectamente, y con discreción, en la sociedad ovetense.
El retorno a la segunda A le supone al Oviedo y al oviedismo un buen reto que estoy seguro no echará por la borda. Para el todavía alcalde Agustín Iglesias Caunedo lo de este fin de semana en Cádiz me da que ha sido su último baño de masas porque los tres grupos de izquierda tienen mayoría y seguro que llevarán a la abogada Ana Taboada a ocupar el principal sillón municipal. ¿Entrará IU con sus tres concejales en el gobierno de "Somos Oviedo"?. Estoy seguro que quien tocará muchas de las teclas, esté o no en el gobierno municipal, será Roberto Sánchez Ramos "Rivi" -¿Alcalde en la sombra?-, oviedista declarado, por supuesto, y que con sus veinte años como concejal conoce más que nadie del nuevo equipo los entresijos del ayuntamiento de la capital. Solo me preocupa la relación que en la práctica tendrá con la futura alcaldesa ya que a raíz de su retorno a IU "Rivi" no está nada bien visto por aquella agrupación de izquierdas independiente a la que abandonó, Asociación de Ciudadanos por la Izquierda.
Políticamente la semana se inicia con negociaciones en todos los frentes municipales y autonómicos. En su búsqueda de apoyos Javier Fernández ya ha recibido sus dos primeras calabazas. Los tres diputados de Foro y los tres de Ciudadanos ya le han contestado que no le apoyarán, votando abstención, lo único que permite nuestro estatuto de autonomía. Al final probablemente no tenga ni el sí de los cinco de IU y deba gobernar exclusivamente con sus 14 escaños. Claro que más difícil lo tuvo en su momento Francisco Alvarez-Cascos, con 17 diputados, y tampoco logró sacar la legislatura adelante.