UNICEF.-Sudán del Sur se enfrenta a muchos desafíos relacionados con la prestación de atención sanitaria, sobre todo, la maternoinfantil. Tan solo el 19% de los nacimientos son atendidos por personal cualificado lo que aumenta los riesgos.
Además, existen grandes desigualdades en el acceso a la atención médica entre las zonas urbanas y rurales: las mujeres y niños de las áreas rurales son los más perjudicados.
“La mortalidad materna en Sudán del Sur es una de las más elevadas del mundo”, explicó Romanus Mkerenga, Jefe de Salud y Nutrición de UNICEF en Sudán del Sur. “Dieciséis madres mueren todos los días debido a complicaciones del embarazo. Todas estas muertes podrían haberse prevenido si hubieran tenido auxiliares de parto capacitados”.
“El mayor problema de las mujeres durante el parto es la falta de transporte”, explica Estrina Zacharia, una matrona que lleva trabajando en el hospital de Torit, la capital estatal, más de 16 años. “Aquellos que viven lejos, llegan al hospital muy débiles. Algunas veces el bebé ya está muerto en el vientre o nace vivo con nuestra asistencia, y las madres están muy débiles”.
Aumenta el número de clínicas en todo el país
Ante esta situación, UNICEF ofrece formación para los trabajadores de la salud, así como el equipo médico y de transporte necesario para que las mujeres se puedan desplazar.
“Hemos visto crecer el número de clínicas prenatales en todo el país”, afirma Mkerenga. “La calidad de los trabajadores de la salud está mejorando, así como la distribución de suministros, medicinas y la formación a las madres sobre la importancia de recibir atención médica”.
Llevar atención médica básica a la población, especialmente a las zonas rurales, es el único modo de superar la elevada tasa de mortalidad materna en Sudán del Sur: el futuro del país depende de la salud y supervivencia de los niños y sus madres.
Lugina Michael cuenta cómo llegó a Torit para recibir atención médica
Lugina Michael procede de una región montañosa a unos 80 kilómetros de Torit, la capital estatal. La zona solo es accesible por una pista de tierra, que dificulta a las familias pobres el desplazamiento.
Cuando Michael llegó al hospital de Torit estaba en tan mal estado que las parteras creían que tenían que practicarle una cesárea.“Estuve sufriendo dolores en casa durante cinco días”, relata. “Finalmente conseguimos un vehículo y me trajeron aquí el mismo día. Cuando llegué no sabía qué hora era y qué me sucedía”.
A diferencia de otros centros de salud de la región, el hospital de Torit cuenta con un ala dedicada a la salud maternoinfantil, y ofrece servicios integrados que incluyen atención prenatal, inmunización, pruebas de VIH/SIDA y asesoramiento, así como servicios para la prevención de la transmisión de VIH de madre a hijo.
UNICEF brinda apoyo al hospital con capacitación para las parteras, asistencia en la construcción de nuevos pabellones y la distribución de suministros básicos como las vacunas.
FOTO: UNICEF.Un recién nacido duerme en el Hospital de Wau, en Sudán del Sur.