Madrid (Delegación AM).-El Consejo de Ministros ha decidido expulsar a un grupo de diplomáticos rusos y personal de la Embajada de la Federación Rusa en España.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha concretado que son unas 25 personas que "representan una amenaza para los intereses de seguridad de nuestro país". La decisión también es la respuesta a unos crímenes que no pueden quedar impunes y sobre los que se debe realizar una exhaustiva investigación, ha añadido.
Albares ha afirmado que las imágenes de la matanza de civiles en la localidad ucraniana de Bucha tras la retirada del ejército ruso son "insoportables" e "indignantes", suponen un punto de inflexión ante el que comunidad internacional no puede permanecer impasible y demandan una respuesta contundente.
"España exige que los crímenes de guerra sean investigados de forma inmediata y que los responsables sean castigados por ello", ha subrayado.
La medida forma parte de un proceso que se está adoptando en Europa y al que ya se han sumado Bélgica, Polonia, República Checa, Irlanda, Países Bajos, Francia, Alemania, Dinamarca, Italia y también el Servicio Europeo de Acción Exterior, que encabeza el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell.
El ministro iniciará una rueda de contactos con los grupos parlamentarios para ofrecerles todos los detalles de la decisión y recabar su apoyo.
Además, José Manuel Albares ha trasladado la solidaridad del Gobierno con las víctimas y sus familiares y ha reiterado que el pueblo ucraniano no está solo: "España le seguirá apoyando frente a una agresión rusa que, literalmente, no conoce límites".
Por otra parte, el titular de Exteriores ha confirmado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará el próximo jueves a Marruecos donde mantendrá un encuentro con el rey Mohamed VI, tal y como acordaron la semana pasada durante una conversación telefónica. Tras la reunión, el rey ha invitado al jefe del Ejecutivo a una ruptura del ayuno, lo se supone "un signo de amistad muy fuerte", ha remarcado Albares.