¿Explorar cuevas en la Luna? La Universidad de Oviedo lo posibilita

¿Explorar cuevas en la Luna La Universidad de Oviedo lo posibilita

Oviedo/Uviéu, 3 de marzo de 2021. Una investigación de la Universidad de Oviedo, en colaboración con la Universidad de Vigo y la empresa Alén Space, ha sido fundamental para el desarrollo del proyecto con el que la Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido explorar cuevas o tubos de la lava en la Luna. El estudio, elegido por la ESA en una convocatoria internacional, soluciona el problema de cómo proporcionar energía a los robots que exploren las cuevas. Tradicionalmente se usan paneles solares, pero en el interior de los tubos de lava no llega la luz. Un motivo similar hace que las comunicaciones directas entre los robots exploradores y la superficie (y por tanto, la Tierra) no sea posible.

La iniciativa planteada por el equipo investigador es una grúa que permite, desde la zona estable alrededor del agujero vertical, desplegar un mástil para colocar los robots exploradores dentro del agujero sobre el suelo del tubo de lava. De esta forma, los robots no necesitan ningún sistema que les permita realizar el descenso. Una vez desplegados los robots, el sistema de sujeción en el extremo del cable quedaría suspendido sobre el suelo del tubo de lava. A partir de entonces actúa como un cargador inalámbrico, de forma que cualquier robot que se acerque puede cargar sus baterías sin necesidad de establecer un contacto físico mediante conectores, lo que entre otras cosas consumiría mucho tiempo de operación, dada la desconocida orografía de la zona. Asimismo, proporciona un punto de acceso de comunicaciones, de forma que la información recopilada y las órdenes a recibir pueden ser transmitidas.

Ambas funciones son realizadas gracias a la energía proporcionada por el sistema de sujeción proviene de los paneles solares de la grúa, que permanece en superficie, y transmitida a largo de un cable que corre paralelo al de sujeción mecánica. La comunicación se realiza mediante una serie de repetidores radio estratégicamente colocados en el terminal de sujeción, la punta del mástil y la base del mismo.

La exploración de los tubos de lava –formados a partir de lava solidificada- proporcionará un lugar a salvo de impacto de meteoritos para astronautas en futuras misiones. También puede permitir el acceso a agua congelada y a otros recursos atrapados en su interior, así como realizar estudios de los materiales de la Luna y su geología.

En la Luna, dada su baja gravedad, estas cavidades pueden llegar a ser realmente grandes (500 m de ancho y cientos de kilómetros de ancho). En algunos puntos, el techo de estas cuevas puede haber cedido, proporcionando un acceso desde superficie lunar, si bien la caída vertical a salvar es de varias decenas de metros.

Por parte de la Universidad de Oviedo, han participado en la investigación Manuel Arias, Pablo F. Miaja y Daniel G. Aller, del Área de Tecnología de Electrónica (Grupo de Investigación: Sistemas Electrónicos de Alimentación); Carlos Manuel Suárez, del Área de Ingeniería de los Procesos de Fabricación; y Germán León, Jesús A. López-Fernández y Manuel Arrebola, del Área de Teoría de la Señal y las Telecomunicaciones. Por la Universidad de Vigo, han participado Fermín Navarro y Fernando Aguado, y por la empresa Alén Space, Diego Nodar.

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