Descubrimientos arqueológicos en Allande revelan la rica historia de las brañas del occidente asturiano

Descubrimientos arqueológicos en Allande revelan la rica historia de las brañas del occidente asturiano

Nuevas excavaciones en La Verbenosa confirman el uso de brañas por los vaqueiros y destacan la importancia de la trashumancia y el pastoreo en Asturias

 

Un equipo de investigadores, liderado por el arqueólogo Andrés Menéndez Blanco del grupo LLABOR de la Universidad de Oviedo, ha desvelado datos fascinantes sobre la historia de las brañas en el occidente asturiano. Las recientes excavaciones en la braña de La Verbenosa, cercana a Pola de Allande, están aportando una nueva perspectiva sobre la trashumancia y el pastoreo en la región.

Los trabajos arqueológicos, enmarcados en el proyecto TemPa, han permitido explorar restos de estructuras antiguas, como cercados de prados, cabañas y caminos. Estas investigaciones comenzaron en 2021 y buscan situar en el tiempo las distintas etapas históricas de uso de estas brañas, revelando los cambios significativos ocurridos a lo largo de los últimos cinco siglos.

Menéndez Blanco destaca que los primeros resultados del análisis de campo respaldan algunas hipótesis previas del equipo. Entre los hallazgos más prometedores se encuentra la confirmación del uso de estas brañas por grupos vaqueiros que subían desde la costa durante los siglos XVII y XVIII. Los restos de una cabaña considerable y abundantes fragmentos cerámicos indican un uso doméstico más allá de lo ocasional, señalando una actividad sostenida por parte de estos pastores nómadas.

“El estudio de estos restos nos permite entender cómo se organizaban y usaban las brañas en diferentes períodos,” comenta Menéndez Blanco. “Estos lugares no solo eran puntos de paso, sino que reflejan una compleja interacción entre la población local y los vaqueiros, adaptándose a los cambios demográficos y sociales de cada época.”

Las excavaciones han utilizado técnicas avanzadas, como prospecciones geofísicas mediante magnetómetro y modelos digitales del terreno generados con drones, para detectar estructuras soterradas y comprender mejor el paisaje arqueológico.

Estas investigaciones son parte de un esfuerzo mayor para trazar las relaciones históricas entre los cambios detectados y los desafíos contemporáneos, como el abandono y despoblamiento rural. “Comprender estos procesos históricos es crucial para enfrentar problemas actuales de manera efectiva,” añade Menéndez Blanco.

El proyecto TemPa cuenta con el apoyo del programa Margarita Salas de la Universidad de Oviedo, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y fondos de la Unión Europea-NextGenerationEU. Además, ha colaborado con la Universidad de Génova y el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC, integrándose en el proyecto RURARQ financiado por la Xunta de Galicia.

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