Murió con las botas puestas

Esta mañana fue encontrado muerto en su piso de Oviedo por la limpiadora el empresario sotrondino Amalio García. Tenía 94 años y ayer mismo estuvo trabajando como cada lunes tras pasar el fin de semana en Madrid donde residía en sus oficinas en la calle de González Besada. El cadáver de Amalio García se encuentra en el tanatorio Ciudad de Oviedo y el funeral por su eterno descanso será mañana, miércoles, a las seis de la tarde en la iglesia de San Juan el Real.

Amalio García fue una de las personas más laboriosas y emprendedoras que conocí en mi vida, defensor de Asturias y de la minería a la que representó empresarialmente en muchos frentes, de empresas públicas y privadas, trayendo a nuestras explotaciones maquinaria de Polonia y la República Checa así como a cientos de especialistas de dichos países que aquí se asentaron y algunos cientos aún trabajan en las explotaciones de HUNOSA. Fue durante años cónsul de la República Checa en el Principado y su conocimiento de las explotaciones subterráneas hizo que sus técnicas fueran aplicadas en muchos países así como el invento de un aparato, bulones, para horadar el suelo cuya fábrica tiene en Gijón y que exporta del orden de quince contenedores al mes a través de El Musel.

Amalio García es natural de Sotrondio a cuyo concejo, a la chita callando, ayudó incluido el arreglo del reloj de la torre del ayuntamiento. No hace muchos meses sus vecinos le rindieron un homenaje en el estadio de El Florán por su ayuda al equipo de fútbol local, el San Martín del Rey Aurelio, cuyo presidente Olegario el de La Cerezal le impuso la insignia de oro del club. Sus iniciativas empresariales no se limitaron solo a la minería, ahora acababa de coger una de sus empresas la explotación de la mina de oro de Carlés, sino que se desarrollaron a lo largo de España en los sectores de la distribución de neumáticos, inmobiliarios y hortifruticultura.

Le conocí hace más de 30 años en los ambientes empresariales mineros así como a quienes fueron sus socios, César Posada y Benigno Suárez, lamentablemente fallecidos hace unos años. Con el primero hace más de 50 años dio sus primeros pasos como empresario tras haber quedado en el paro como vendedores que eran de una empresa de maquinaria que quebró. Gracias a la gestión de su buen amigo y asesor José Luis Poyal hace un tiempo la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) ya presidida por Pedro Luis Fernández le hizo un homenaje en el hotel de La Reconquista como reconocimiento a la incansable labor de este empresario que acaba de fallecer siendo el de más edad de la patronal asturiana.

Persona de trato encantador y muy crítico con los incompetentes en cierta ocasión tuvimos una charla en la que no me resistí a decirle: "Don Amalio, a sus años y con la posición económica que tiene Por qué no afloja el pistón y disfruta haciendo turismo o divirtiéndose por ahí?", a lo que me contestó sin dudar. "Mira, Avila, lo mío es trabajar. Si lo dejo pierdo la ilusión".

Amalio García se nos ha ido con la misma discreción con la que vivió. Su despacho en muchas ocasiones era el AUDI en el que su fiel Felipe le traía y llevaba a Madrid todos los fines de semana. Asturias le debe una medalla del Principado y el Estado la medalla al mérito en el trabajo que bien ganada se la tenía.

A sus hijos y colaboradores mi más sentido pésame. Descansa en paz buen amigo. La minería te echará de menos.



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